Nocturno: Retazos... «Se oye, se oye... Una fuente...»

poemas por Fernando Martín Beato

La noche se abre.
Son puntos y puntos:

Cercanos, dispares, distantes,
muy leves, radiantes,
muy juntos.

Verbenas,
Guirnaldas, Farolas.
Y enfrente: una fuente...

Y la gente...:

Una joven, es alegre,
es lozana, es muy bella; se va para casa: ahora va sola,
serena... ya es hora:

serena.... se duerme....

Y enfrente otra casa:

Se miran,
se hablan:
sus cosas, sus dichas;
sus Sueños, sus miras, sus Vidas;

«sus cosas no heridas
dibujan palabras».

Y abajo,
la fuente... se oye...

Se oye...

Y la gente de al lado:

Otra alcoba:
gozosa, sedienta... de amores que roba.

Y enfrente otra puerta:
tras ella otra «niña», que danza, que canta...:
le canta a «que él venga»;
a su amor «que es espera»;
tal vez otra aurora,
tal vez otro «ahora».
Se dice y se dice: tal vez....;
se dice, tal vez ya no hay vez;

«tal vez desespera...».

Y enfrente...,
el relente...:

Un viejito,
despierto, que piensa en su cama: en que sueña...,
en que duerme...

Que piensa allí solo
en un «todo»,
que hubo bonito

y escucha muy cerca también esa fuente...

Y en ella,
el agua que suena...:
de lluvia calmada que vuelve...

Que piensa también en un «todo» que hubo bonito:
muy verde,
muy limpio, y que ahora el viejito:
tan solo, tan cerca..., a ese lado.... profundo...:

«...profundo ya duerme...».

La noche se abre:
Son puntos y puntos...
Guirnaldas, Farolas, la gente...:

Y enfrente, el relente...,
se oye, se oye... ; se oye una fuente...


No es la vida
quien recorre este papel



No es la vida quien recorre este papel,
ni un poema
que se quema
mansamente en su almacén.

Y no una barca,
que es de marca,
y para qué,
si es una antorcha
quien derrocha
amanecer.

O aquel violín
de aquel Café;
«Mas Sí»,
un Clavel,
de Atardecer...
En su mecer:
frescor jazmín,
sueña a Ravel,
no tiene fin:
su estremecer...

Sí,
pero...., ¿qué es la vida
si no recorre ciertamente este papel...?

—¿Un renglón a medio hacer?

—¿Un cliché
por componer?

—¿Un deber,
del Bien Hacer?

—¿Aquella antorcha
esplendorosa
derrochando amanecer...?

— ¿O ese clavel
que se humedece
y siente un gozo
prodigioso
dentro de él...?

«Mas Sí» es Poeta,
y es quien desteta:

a un Asceta
que es Esteta
y del Poder...:

Que es el poder
real que da el Poder.

Que es el Poder
que es su Merced...

Qué es su Merced,
..., de mil caretas...

¡Vaya usted con su doblez...!

...pues la primera en la frente
es la Muerte
y es más fuerte
aún su por qué.

Porque
se siente.

Y es Elegía:

Cada Día
deja un Sueño
de lo Cierto
junto al Tiempo
que es su Dueño.

Deja un sueño
por un tiempo,
que se sepa,
que es La Vida;
el que se espesa
y se disipa
en su momento:

Que en sí es La Vida.

Se disipa
en su momento,
como brizna
que aparece,
languidece,
y que es del Viento:
Como un beso
nos disipa
ante su espejo.

Que en sí es La Vida.

Nos disipa y, levemente,
se disipa
como un Beso
al Firmamento;
como un beso
sin un cuerpo,
que es un Beso
de Eso Cierto
y Universo
que nos mira:
y que nos mira fijamente...

Que nos mira
porque es Mente
en Su Medida,
y muy Latente
permanece en Su Correr.

Que en sí es La Vida.

Y no un poema que se quema mansamente,
el que me quema y que te quema:
un suponer...

Que me quema y que padece como herida,
recorriendo ciertamente... este papel.


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@ Contactar con el autor: fernandomb[at]teleline[dot]es

Ilustración: Fotografía por Pedro M. Martínez ©


Mar de Poesías

Archivo histórico de Margen Cero. Poemas publicados en Revista Almiar, n.º 10 (27 abril / 28 junio de 2003); selección de poemas a cargo de Antonio Alfeca. Página reeditada en julio de 2021.

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