Poema en tres partes (Omar Burgos)

poema por Omar Burgos


I

Tu risa,
no era sino el destello que alentaba el fin
de mi flagelada noche,
La que apagaba el miedo con sus quiméricos destellos.

Tu voz,
el resonar que avivo
con sus loares
el flujo trastocado del manantial seco
que antaño mantenía en vida
Cada rincón de mi cuerpo.

Tus labios, el refugio
que saciaba lento la sed que asolaba
con su lacerante encono a mi alma,
En medio de impávido desierto.

Tus ojos,
Constelación entera,
Que tornaba la inmensa negrura
De mi cielo,
en una suave estela
Digna de escrutarse horas enteras.

Tu alma,
Conjunción perfecta de aquello
Que es aun indescifrable ante mis ojos,
Y que más que tu risa, tus labios, tus ojos y tu pelo
Era mi razón más grande,
Era, dulcemente, todas mis razones.


II

No seria sensato pensar,
El pensar que a la luna
Le hace falta algo,
Que su luz de cristal
Ésa, la que se refleja en tu rostro
Sea efímera y vana.

Sería tan impreciso creer,
Que la flor es imperfecta y vaga
Como que su olor no alcanzara
Para bañar los verdes prados.

Igual de impreciso es pensar
que el desierto no crece,
Que a tu faz
Le falta algo más que tu sonrisa,
Que tus ojos no son los
Que bañan de azul el horizonte.

Que tu boca,
Ese trémulo capullo de los días de
Primavera
no fue la que hizo nacer con sus cantos
Las alegres mariposas.

Así pues,
es inconcebible creer
que esa conjunción del universo
en ti,
no tuviese por derecho único,
el papel de creadora de la luna,
la luz, la flor y de esa
Tu sonrisa.


III

Nostalgia debía darme
Al contemplar agonizante
El cielo que no se acaba,
Esa su inmensidad
Que me encona como landre.

Tristeza me hace sentir
El escrutar aquellos ojos
Así, tan apagados
Tan secos como de muerte

Aflicción cuando no entiendo
La razón de tanto miedo
Cuando las ratas
Lamen las podridas llagas
Que ha dejado sin secar el tiempo

Desolación incontenible
Quedarte quieto y pensar nada
Contemplando absorto
Ese inanimado paisaje
Lejano, mudo y sombra,
Inalcanzable y transparente.

Es como mirar el mar,
Alzar la vista, ver que no se acaba,
Es como mirar el cielo
Frío que no se alcanza.
Es como mirar el valle,
Quedarte quieto y no escuchar nada.


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omax23[at]hotmail.com

ILUSTRACIÓN: Fotografía por Pedro M. Martínez ©


Mar de Poesías


▫ Poemas publicados en Revista Almiar, 1.ª época (junio-agosto de 2003); selección de poemas a cargo de Antonio Alfeca. Web reeditada en agosto de 2021.

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