No eres el sol, la previsible
barca del próximo recodo,
globo pescado en las redes del canto
a intervalos regulares. Doméstico,
el plato del almuerzo.
Guijarro veleidoso,
cuando irrumpes quemas el cielo
de la precaución, dejas
cráteres testimoniales, estrujas una página,
dejas el frío... También polvo de estrellas,
preguntas que gotean.
Éstas prosperan en estalactitas,
aquél fecunda la irrealidad. Él
me hace vivir todas las noches
como una fiesta por acontecer.
Como las flores
Las flores, despreocupas,
con calma perfeccionan
el don de seducir, libres.
La turgencia que embriaga, la curva
que apresura, el giro de caer.
Sabiamente,
velaron con colores la trascendencia.
¿Por qué no puedes verme como una flor?
Si un diablo obsceno planea derretir
los ojos por el calidoscopio
de mis bailes. ¡Tú tan recio!
¿Por qué no te los vendas?
Si la lengua, como ofidio procaz
quiere desparramarse, proponer
diletante ensalivar volúmenes y notas.
¡Tú tan mudo!
¿Por qué no te la muerdes?
¿Por qué inmovilizarme
entre velos y epítetos,
emparedarme en un búcaro de rabia,
para así preservar
tus lánguidos
demonios?
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SARY
OLIVA es una autora cubana residente en Bélgica. La profundidad
psicológica y una elegante pero en absoluto afectada armonía compositiva
caracterizan su estilo.
Contactar con la autora: hathormaria[at]hotmail.com
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