A propósito del Ananga Ranga
Soy hombre no liebre, no toro, no caballo.
Hombre ordinario, de cuerpo justo.
Animal de nostalgia y corta voz.
Acostumbrado a ver el amor con ojos cenicientos
virgen de alguna parte todavía
y confiado en no ceder
al vicio de ser macho,
aguardo una mujer común,
de olores neutros.
Mujer no corza, no burra, no elefante.
Detalles para un retrato
póstumo
—Regalaba cuchillos como flor de harina,
ardiendo
—Coleccionó zapatos que los ladrones
no supieron andar,
y mochilas de piedra
—Lo persiguen aún espejos cuarteados
de imágenes que prenden como incienso
a la deriva
—Y ya perdimos la esperanza
de ver si ha envejecido
porque hace tiempo cogió camino,
y esta es la hora...
Fuera de set
Vas a prestarme tu rostro durante tres
meses...
Vittorio De Sica
Te presto el rostro,
con arrugas y accidentes
y ojos miopes
a los que todavía es posible confiar lágrimas.
Te doy la espalda por todos los diluvios,
experta en pulmonías, adioses y encomiendas.
El sexo te fío; hábil caballo en brama,
vacunado contra el virus de pensar con el glande.
Las manos te ofrezco, diez luceros bebés
y surcos de azúcar blanco directo en las palmas.
Te presto hasta los pies: convertibles,
ideales para sigilos, trochas;
de poliespuma/envidia de los gatos.
Úsalo todo, gástalo. Soy tuyo.
No pido reciprocidad ni gracias.
Y mucho menos que me devuelvas nada.
Prométeme,
eso sí,
no decirle a nadie
que son míos.
La casa
Está distante.
No distinguimos ni siquiera el humo,
la cal de las paredes.
No es precisamente una casa:
la trazamos de noche para fríos
o cuando alguna tregua
porque no está bien
abdicar de las heridas.
La casa está distante.
Nadie sabe a qué hora.
Ni quién pondrá a cocer el plato inaugural,
quién librará de polvo las paredes.
Valga que somos muchos
y alguno habrá decidido a llegar,
abrir las puertas
y quedarse.
Vital
El pájaro es nocturno, inmaterial, blindado:
a prueba de hombres lo siento deslizarse por la puerta,
dejada en su sitio la víspera bajo promesa de cerrar puntual
y a esta hora pared limpia, invisible.
Llega con aromas tiernos a partir de las alas
y lo sorprende el susto de los gallos.
Diurno es el pájaro, con manías de títere:
rajado el traje de amianto, todopoderoso, lejano,
lo imagino al hombro en roles de balanza:
las puertas huecas, retadoras. Se posa desde cualquier matiz
y lo despierta un arco distraído de luna.
El pájaro no es. O es simplemente pájaro.
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GUILLERMO ALDAYA
es pintor y poeta nacido en Holguín, Cuba (1953). Vive en Rio de Janeiro
desde 1991.
Ha sido profesor de dibujo, pintura y grabado
en Cuba y en Brasil. Como pintor ha celebrado exposiciones individuales
en ciudades de Cuba, Brasil y Japón. Obtuvo los premios de grabado Salón
de Grabado y Dibujo (La Habana, 1984) y Salão de Abril (Fortaleza, Brasil,
1989), así como el premio La Rosa Blanca (UNEAC, Cuba, 1989) a la mejor
ilustración.
Como poeta pueden leerse textos suyos en
Letralia.com, Badosa.com y YoEscribo.com, y también
poemas publicados en revistas y antologías de Cuba y Perú. Obtuvo el premio
Décima (Cuba, 1979).
Tiene publicados el Dicionário de uso
das preposições espanholas (2ª edición, 2000) y el poemario Fuera
de set (2004).
Actualmente forma parte en Brasil del equipo
de profesores de idiomas de Furnas Centrais Eléctricas.
Contactar con el autor: gpena[at]furnas.com.br
Ilustración poemas:
Indischer Maler des 6. Jahrhunderts 001
by Indischer Maler des 6. Jahrhunderts -
The Yorck Project: 10.000 Meisterwerke der Malerei. DVD-ROM, 2002. ISBN
3936122202. Distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH.. Licensed under
Public Domain via Wikimedia Commons.
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