Eneida Pugh
Hijo del río Lumbee *
¿Hercúleo? No, era uno con dios, el dios de La Gente,
La Gente que era de la roja y fértil tierra,
rojos y fértiles ellos y fuertes como los
pinos que circundaban su territorio protegiéndoles
contra la avaricia de los blancos, propiedad desde
la historia sin historia pero íntegra en sus leyendas.
Era el hombre más guapo y gentil que jamás vi, contó
su esposa Rhoda de tres pulseras a los periodistas
que la visitaban en su choza en las orillas del Río Lumbee.
Sí, señores, era valiente y educado en el bosque,
Enseñado por sus compañeros, la Naturaleza y Dios.
¿Y adonde ha ido? Sólo saben ellos y él.
Mátalos sin acusación ni prueba, gritó el gobernador,
Con barba temblando y palabras animadas
proclamó sus intenciones desde la capital.
Incitó a la gente a insistir en la muerte
de Henry Berry Lowry y de su conjunto guerrillero.
Dinero y gloria animaron a cazadores glotones.
El ejército estatal lo buscaba en el río
pero el agua café escondió sus huellas y
las hojas pútridas silenciaban sus pasos.
Hasta los robles que estaban de centinela
escondían su sombra, permitiéndole a él y
a su banda de oprimidos escapar en las tinieblas.
Desapareció él sin sonido ni sombra en pleno sol.
Dicen que fue un nigromante de fuerza animalista
que se convirtió a un pez y entró en el agua café del Lumbee.
¿Lloró la bella y enigmática esposa Rhoda de tres pulseras?
Fumando su pipa, y en una voz clara sin rencor,
despidió a los periodistas y fue al río a pescar.
(*) El río Lumbee recibe su nombre de una tribu situada
en Carolina del Norte (EE.UU.), a la cual pertenece la autora, miembro a su
vez del departamento de Lenguas Clásicas y Modernas de la Universidad del
Estado, de Valdosta.
@ Contactar con la autora: ebob [at] emeraldcst.com
◙ Ilustración en poemas:
Henry Berry Lowrie By UnknownUnknown author [Public domain], via Wikimedia Commons.