Aprendimos a empaquetar la leche
el queso
la vaca
¿Por qué lloras a mis muertos?
¡Sal de mis dominios!
¿Por qué no aprendimos a convivir?
¿Ya mataste a tu hermano?
Nos comemos las gambas
de rosadas cabezas
los salmones rosados
bien rosados
color salmón los salmones
Encerramos los peces
Entre láminas transparentes
para verlos nadar
de un lado para el otro
de un lado
para el otro
Sin salida
Los hicimos esclavos
pero los queremos libres
que aparenten ser libres
como los salmones libres
¿Por qué te marchitas flor?
¿Por qué mueres mariposa?
Te ordeno que sobrevivas
¿Cuántos genes te hacen falta
para ser esclavo?
Te los daré
Vecino
anoche te reías gracioso
¿Por qué gruñes como un cerdo esta mañana?
Anoche soñé que soñabas
¿Qué haces merodeando mi alfombra?
Te advertí que no mearas en mi jardín
¿Por qué fumas sobre mi oreja?
Me taladras los tímpanos con tu llanto
Llorona
Estamos construyendo un mundo
tan aséptico
que no sé si podremos
vivir en él
Dame tu petróleo
beberé tu sangre
¿Pero todavía no apagas esa luz?
Follarás a tu prójima
¿después de cuántas mentiras?
¿No te sientes a veces
en una de esas noches
como una de esas ovejas que creamos
para que fuesen fácil presa
de los lobos
mientras el rebaño se pone a salvo?
En una de esas noches
¿No?
¿Cuántas hipotecas?
Siempre te manchas ¿no ves?
¿Qué dirá el vecino?
ese hijo de puta
¿Dónde dejaste el frasquito de rosas
que te regalé?
Anoche soñé que soñabas
Te dije que los ángeles del miedo
pisarían tu sueño.
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INMACULADA MACHÍN
en propias palabras, es «una canaria cuasi
cuarentona y amante de la literatura», que cultiva una poesía social de
acerbo sentido crítico, «la no empapelable, la que hace la gente de hoy
para poder soportar el mundo de hoy».
Contactar
con la autora: inmahugue[at]yahoo.es
Ilustración poema:
Fotografía por
Pedro M. Martínez ©
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