Jesús García Rodríguez y
Miguel de Asén
Oda a un bocata
de calamares
Rebozados, a la plancha o fritos,
en medio de una barra bien crujiente,
alimento y delicia de la gente,
calamares del mercado, fresquitos.
Estás pidiendo que te coma a gritos,
oh cefalópodo resplandeciente,
estimulas mi cuerpo y mi mente,
oh bocado de vientres exquisitos.
Desayuno, merienda o incluso cena,
ambrosia de tascas y de bares,
tu crujido a melodía me suena.
Adoro tus tentáculos singulares,
siento tu proteína por la vena,
¡oh egregio bocata de calamares!
A UN CIGARRILLO
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Aspiro humo que riega mis pulmones
de este insólito cilindro oloroso,
me produce un cosquilleo gracioso
respirar sus aromáticos dones.
Eres relajante en mil ocasiones
y en otras me pones aún más nervioso,
eres excitante y parsimonioso
pese a tus reducidas dimensiones.
Me seduces, me enervas, me atrapas,
evanescente melodía de humo
que me llenas y luego te escapas.
Oh lenta consunción de grado sumo,
nos pegamos a tu ser como lapas:
sin pensármelo dos veces, te fumo.
LAS RELACIONES PÚBICAS |
Teñidas rubias, wonderbra escotado,
Taxi-girls de formas exuberantes,
Rodeadas de babosos insinuantes,
Todos ellos con ganas de pecado.
Aguantas a un intelectual pesado,
A conserjes, taxistas y estudiantes,
Tienes filas de hordas de amantes,
Y al final te casas con un soldado.
Ojeras en los ojos y varices,
Barras de labios y excesos de copas,
Anorexia y coca en las narices.
Llevas perfumes de otros en las ropas,
Si te cargas no sabes lo que dices,
A este paso acabas para sopas.
✉ Contactar con los autores: emilioarroba[at]yahoo [dot] es
📷 Ilustración poemas:
Fotografía por Pedro M. Martínez ©
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Revista Almiar - ISSN 1695-4807 -
Margen Cero™ (2003) -
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