Mira, tu camino y el mío,
¿te das cuenta de que son el mismo?
Caminando en días cálidos,
con el sol en la frente,
siempre hacia delante,
sobre todo con verdad
y por que no, la amistad.
Qué dulce paladar,
saborear el mar,
con los ojos con el cuerpo
y algo más.
Mira compañero,
más allá ¿qué habrá?
dímelo tú, compañero.
¿No te atreves a adivinar?,
es sencillo, prueba y verás.
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Qué bonita montaña
se divisa en aquel lugar,
los árboles se aprietan en el bosque,
más allá ¿qué habrá?
Otra montaña,
otro mar, otra amistad;
Vayamos volando,
dame tu ala,
que junto a la mía
llegaremos antes a ese lugar.
Amigo, compañero,
qué alegre es viajar, cuando tu camino es el mío,
y no hay tropiezos que salvar.
Fuimos niños,
que perdidos no encontramos
el sendero de la vida;
pero ahora, es distinto;
hemos aprendido
a ver de otro modo,
a querer distinto.
Qué valores se derraman
de la existencia compartida,
qué tesoros insondables
encontraremos en el camino.
Sigamos adelante buscando
los tesoros escondidos,
que merece la pena descubrir
y disfrutemos de los momentos
al descubrir nuestra amistad.
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