El nombre de mi
amada
_____________
Cesc Arnau
El nombre de mi amada,
queridísima esposa, es Mercedes, igual que
el coche.
El
coche de mi amada, queridísima esposa, no es un Mercedes como su nombre.
Mi
adorada mujer tiene muchas cualidades, y también muchos defectos como
decía también mi padre.
Tiene
un cuerpo esbelto, delgado, piel morena, y labios para que se pierda
un beso entre ellos.
Mercedes
desea más que nada en este mundo ser artista. La pobre nunca lo será.
Pinta
mal estúpidos cuadros naif.
Escribe
poesías románticas sin romanticismo.
Sueña
con ser actriz pero es incapaz de interpretar una línea sin equivocarse.
Quiere
ser torera, quiere subir al Everest.
¡Está
llena de inquietudes!
Es
aceptada por todos, por la clase intelectual local. Su hermoso cuerpo
ha pasado por las manos de todos los pintores, escultores, cuentistas,
novelistas y ensayistas locales, y todos alaban su arte.
Es
una mujer casi mística, marujona de la cultura, esclava de todas las
modas.
No
es rechazada tampoco por el concejal de cultura, ni por la Junta de
Clasificación de Actos, ¿qué actos? Nadie la repele, todos la aceptan,
y es feliz. Porque halagan sus todas sus pinturas, porque halagan
sus aburridos cuentos, porque la animan si se equivoca en el grupo
de teatro. Porque conocen palmo a palmo su cuerpo y su lecho.
Mi
mujer Mercedes, una noche mientras intentaba inútilmente hacer una
tortilla, no se sabe aún de que manera, se le incendiaron sus largos
y hermosos cabellos, se le incendió todo el cuerpo.
La
llevamos rápidamente a un hospital y allí le diagnosticaron quemaduras
de muchos, muchísimos grados, tantos que quedó irreconocible, su belleza
carbonizada para siempre.
Perdió
inmediatamente todas sus relaciones sociales, ya nadie le aduló más
sus cuentos, ni sus poesías, y la echaron del grupo de teatro.
Nadie
la solicitó entre las sábanas, ni los artistas, ni los políticos.
Se quedó maltrecha, conmigo a solas, con la persona que más aborrecía
en este mundo.
Tuve
que abandonarla, claro, sus histerias duraban a veces horas, además
su cuerpo me daba asco.
Un
día de primavera cogí mis maletas y me marché. No sé nada de ella.
No sé nada de Mercedes. ¿Se habrá suicidado?
____________
CONTACTAR
CON EL AUTOR: glofran1[at]telefonica.net
ILUSTRACIÓN: Fotografía por
Pedro M. Martínez ©
|