Fernando Martín Beato
Atardecer
Silentes Gigantes
de nubes y nubes.
Hilvanes que fluyen:
intactos, brillantes;
cual bronces y cobres
que bajan y suben;
que surcan pomposos,
que enfáticos corren.
Sonrojo de un rojo
en indenso derroche
que arde,
que arde gozoso si es aire,
que ensancha la noche,
que espanta la tarde.
Misterios que sabe el Crepúsculo,
que espantan del luto impoluto,
en el aire distante:
la tarde.
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Ilustración poema: Fotografía por Pedro M. Martínez.
▫ Poema publicado en Mar de Poesías · Margen Cero™, (2002). Página reeditada en julio de 2019.