Fernando Martín Beato

Tenías un Cristal


..., y me has hecho pequeño,

y te escucho ensimismado, como siempre en este umbral...



«Tenías un cristal

por el que decías que miraba la mar,

con sus olas

y sus barcos...».



Que sus costas

son sus brazos

y alcanzaban caracolas

donde estábamos.



Decías también:

Que se oían y se oían;

que se oían

claro y cerca.



Que la luna es un gorrión

y está dormido,

y su nido es cada estrella.

Que los montes son olvidos

y las fuentes, verdaderas:

Como el sol

en los olivos,

como el trigo

reverdea

ya en la tierra.



Que mil besos

que nos demos

son mil besos

de los nuestros.



Que mis besos

saben bueno...;

y tus besos:

ni te cuento...



Que te cuento

y que te cuento,

y sé que quieres

que te cuente,

cuando llegues,

estos versos,

y..., muchos cuentos:




«Que a las nueve,

cuando llegues,

ya no llueve,

y los grillos

son diablillos

que recorren los caminos,

y hacen ruidos,

mientras llegan

las tortugas

que les traen dicharacheras:

aventuras..., aventuras...».



Síiii. Aventuras de las buenas:



Aventuras de piratas

que son pillos:

bien vestidos

con sus loros

y sus parches,

y sus patas:

siempre cojas,

renqueantes

como cofas.




Y Rufianes

muy galantes,

de los de antes.



Y dragones inquietantes

con tesoros

muy valiosos,

y sus fauces,

ya humeantes,

que echan fuegos:

a lo lejos

y a lo lejos

y dan miedo.



Y gigantes «a porrillo»,

que les roban los tesoros,

y se los reparten con los loros

y los grillos.



Sí, y se los reparten

en los parques.

Y muchas tardes;

a los niños

les dan globos

Y a sus padres,

si son pobres: todo y todo,

y todo el Oro.



Que te cuento y que te cuento:

«Que las flores

traen amores,

cuando huelen».


Y los gnomos,

y los duendes

hurgan siempre

donde crecen:



Que los gnomos gastan bromas

y les ponen más aromas.


Y entre todos los remueven.


Los remueven y remueven,

y gastan bromas.

Porque «Quieren».



Porque «Quieren»..., porque «Quieren...».

Que está escrito así en la Nieve:


«Que el amor cuando florece

guarda un Duende:

y Tiene Duende Quien Más Quiere».




Que mil besos

saben buenos,

y los nuestros:

ni te cuento...



Que te cuento y que te cuento,

cuando llegues:

aún más versos,

y aún más cuentos...:



Sí, tenías un Cristal,

..., y me has hecho muy pequeño...,

..., y te escucho ensimismado....,

como siempre..., en este Umbral...




Contactar con el autor: fernandomb[at]teleline.es


Ilustración: Fotografía por Pedro M. Martínez ©



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