Reseña de la novela de Lola M. Cerrada

por Milos de Azaola

M

aría la Serrana es una obra singular. Ambientada en la España profunda de la posguerra, diríase escrita por un autor de esa época que quisiera criticar duramente su entorno. Pero no, su autora es la periodista madrileña Lola M. Cerrada, una escritora de nuestro tiempo que nos muestra con su segunda novela que mujeres libres e incomprendidas las ha habido siempre, en todos los lugares y en todas las épocas.

Si la protagonista da nombre al libro es porque toda la obra gira en torno a ella. María la Serrana es un personaje femenino memorable, una mujer con carácter, fuerte e independiente, que se atreve a vivir su vida a su manera, ajena a cualquier tipo de convencionalismo. Lo cual en una España tan atrasada como fue la del franquismo, dominada por la hipocresía social y el conservadurismo más retrógrado, era poco menos que un delito.

Madre soltera con dos hijas nacidas del «pecado», María vive en la miseria, en una aldea de La Alcarria cuyas mujeres reprueban su modo de vida, pero cuyos hombres se ven irremediablemente atraídos por su belleza y por su forma de ser, tan distinta de la de sus esposas. Muchas veces su único modo de subsistir es ofreciendo su cuerpo. El cura del pueblo la condena al infierno, pero la Serrana es una panteísta que prefiere adorar al sol y llamar a la naturaleza la Gran Madre. Vive en una simple covacha y tiene algo de bruja; no es una mujer culta, si bien posee una sabiduría femenina ancestral, siendo su conocimiento de las hierbas tan grande que las mismas mujeres que la critican luego van a verla cuando quieren abortar…

Faustino, el hombre más rico del pueblo, se encapricha de ella, haciéndola su amante, pero sin tener en ningún momento la intención de casarse, algo que sería un escándalo todavía mayor, según la mentalidad imperante. Hombre sin ningún carácter, dominado por completo por su madre, obedece en todo la voluntad de ésta, y al final opta por contraer matrimonio con otra mujer por la que no siente absolutamente nada, sólo porque es «lo correcto». Pero en su fuero interno sigue deseando a la Serrana.

Un buen día, un circo que ha conocido tiempos mejores llega al pueblo. Manuel, el gitano dueño del circo, se enamora a primera vista de esa mujer extremadamente sensual, y es correspondido por ella. María tiene por primera vez en su vida la sensación de haber encontrado a su alma gemela y algo parecido a la felicidad.

Pero a medida que avanza su pasión, el lector intuye que eso no puede acabar bien. Y es que María la Serrana tiene mucho de tragedia lorquiana en la que las pasiones humanas se desbocan y los personajes se ven atrapados en situaciones que les superan, como si fueran juguetes en manos del destino. La culpa la tenía la luna tan traidora, como bañada en sangre, dirán las mujeres del pueblo ante el terrible desenlace…

María la Serrana es, en definitiva, una obra crítica con las convenciones sociales que nos habla del alto precio que muchas veces acaba pagando quien, en vez de seguir las normas de los demás, se atreve a vivir de acuerdo a lo que le dicta su corazón.

 

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Dolores Martínez Cerrada

Dolores Martínez Cerrada es periodista y escritora.

👉 Más sobre estos autores: Geografía del corazón

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Reseñas en Margen Cero

Revista Almiarn.º 63 / marzo-abril de 2012MARGEN CERO™

 

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