relato por
Claudia Bravo Martínez

 

I

No soy buena para contar historias. El rigor de la noche me nubla, me aplasta. Es imposible tener ideas fijas, coherentes. Creer que el mundo tiene un sentido lógico. No, yo no cuento nada salvo lo obvio, que en esta vida hay un rumbo inexorable que marca algo, más allá de lo real. Por más que trates de alejarte, los atajos te devuelven al lugar del cual intentas escapar.

Ando por la calle de día, camuflada con el resto de los humanos, viviendo como ellos, presa de su indiferencia. Me gusta esconderme en la libertad de ser espejismo, observarlos y adivinar sus pensamientos, sus tendencias, sus deseos. Es algo a lo que juego sola. Con la indolencia y frialdad que muchos confunden con timidez y retraimiento. El típico ser que, de faltar, nadie extrañaría, cuyos pensamientos a nadie importan. Con instintos que rozan la parte interna de mi piel a la espera de poder salir.

Nadie imagina lo que anhelo patológicamente. Nací para caminar entre sombras.

Resulta que cuando el cielo se estrella, escapo a este anonimato voluntario. Salgo a vagar buscando algo preciso. La obra maestra que me dé satisfacción y me deje dormir tranquila. Quiero develar la identidad perdida de quienes creen tenerlo todo, pero que a la vez no tienen nada, salvo la necesidad de alimentar los deseos oscuros que llevan dentro. A veces hay suerte, otras no, entonces viene el tormento. No hay paz. Me desespero.

No soy una puta… Soy una cazadora.

 

II

La noche siempre empieza igual. Lentamente llega el silencio. Hay lugares en donde se vuelve ensordecedor, es ahí donde los encuentro. Visto de negro. Mis labios son rojos. Los veo a lo lejos, siempre solos. Su actitud me dice que buscan lo mismo que yo.

Camino alrededor de ellos, estudiando sus movimientos. El vaivén de mi cuerpo llama su atención al acercarme.

Las lenguas se entrelazan ansiosas, casi carnívoras. La pared se siente fría cuando me apoya en ella. Levanta mi falda buscando lo que desea ser encontrado, destroza mis pudores de mentira. Inunda mis sentidos. Recoge mis pasiones arrojadas al piso, devorándolas a montones. No tengo voluntad, sometida como estoy urdo mi plan, ideas que convergen perfectamente con el placer que el desconocido me hace sentir entrando en mí con urgencia.

Ocasional, prohibido. Furioso. Mis gemidos se ahogan en la soledad de aquellas calles. Los senos se hunden en las palmas de sus manos. El goce me revienta y cuando el clímax me toma, me levanta, me azota y me deja, doy rienda suelta a mi secreto. Mis uñas se entierran suavemente en su espalda. Su respiración está agitada. Mis ojos lo mantienen atento, expectante de algo nuevo.

«Quieres más ¿Cierto?».

«¿Deseas darme más?».

«No», le digo al oído y mis brazos lo rodean como serpientes. «Nunca doy más de lo que merece cualquiera…».

La carne se rompe, las vértebras se trizan ¡Es tan excitante el arte de hacer entrar el cuchillo en el cuerpo de los hombres! Callar su grito. Ahogar su último respiro mientras los ojos se destiñen ¡Me siento tan orgullosa al ver mi obra terminada!

Un corte perfecto… Limpio. La hoja bloqueando la vida que se le escapa. Adoro los cuerpos inertes sobre la vereda. Nadie me ve. Me nutro de ellos.

Tengo un fuego dentro que me hace buscarlos ¿Para qué condenarlos a un caminar sin sentido? Mi labor no es caritativa. Mi labor es honesta. Ellos mueren en la cúspide y yo cada día me perfecciono más. Me surto de su espíritu. Cuando no lo consigo… No encuentro la tranquilidad.

La sexualidad y la muerte se rozan como amantes platónicos. Se desean, pero no se poseen. Es un mundo tan fascinante.

La hoja brilla ante mí antes de meterla en mi bolso. Los zapatos son perfectos. El vestido es impecable. Los instintos despiertan. La noche me espera… Tengo la sensación de que hoy será una noche generosa.

 

separador texto La obra de arte

Claudia Bravo Martínez habla de sí misma:
«Soy periodista oriunda de la ciudad de Talca, al sur de Chile, el 12 de julio de 1981. Desde muy pequeña tuve la necesidad y el agrado de escribir y hablo de necesidad porque las letras son parte de mi vida. Me muevo mayoritariamente en el ámbito poético, de cuentos he escrito muy poco, pero he escrito algunos. En junio del 2014 saqué el tercer lugar en el concurso «Mujer talquina», organizado por el municipio de mi ciudad. Anterior a esto envié dos poemas a vuestra revista en el año 2010, los cuales fueron publicados en el
n.° 16 de Mar de poesías. He colaborado con diversos medios electrónicos de mi ciudad desde primer año de la universidad, como diario El Amaule y Maulee, además de un breve paso por Telecanal. Actualmente trabajo en el Diario El Centro de Talca, en donde me desempeño como periodista del área cultura y colaboro con el suplemento de reportajes del mismo medio Temas. Sigo escribiendo, como ya dije, mayoritariamente poesía y algunos relatos cortos como un complemento a mi labor periodística que diariamente me nutre de ideas para ello».

 Contactar con la autora: cbravom81[at]gmail[dot]com

🖼️ Ilustración relato: Tonnis Young Woman By Christiaan Tonnis (flickr)
[CC BY-SA 2.0 ], via Wikimedia Commons.

 

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