Tamara Arias:

«Quiero seguir atenta, día tras día, a todo lo que pasa»

Entrevista por Guillermo Ortiz López

P: ¿Qué supone para ti debutar como protagonista y con una directora como María Ripoll?

Tamara Arias: Me siento muy afortunada por haberme colado en un equipo de trabajo tan especial como es el de un rodaje. Todos a una. Cada cual dando lo mejor de sí en favor del grupo, de la historia... Para mí fue una experiencia muy intensa y reconfortante. Y Maria... fue una capitana de barco genial. Además fue la responsable directa de que yo obtuviera el papel. Desde el primer casting, fue cercana y cariñosa. Ella nos contagió a todos su ilusión en el proyecto. Hizo posible que en medio de esa vorágine de nervios y dudas en la que yo andaba, fuera capaz de disfrutar del trabajo y mucho.

P: ¿Cómo contactaste con ella?

T: Pues gracias a un trabajo anterior, Perfecta pell. Su directora, Lidya Zimmerman me puso en contacto con el equipo de casting y para allá que fui. Lidya es otro de mis angelitos en esto.

P: ¿Eres consciente de que para mucha gente joven Tu vida en 65 minutos es una película de culto?, ¿te sobrepasa de alguna manera?

T: Pues la verdad que en cuanto al público, no fui muy consciente de que aquello que se estaba cociendo sería visto por mucha gente en una sala, hasta que no estuve sentadita en frente de la pantalla el día del pre-estreno. Me entró el tembleque total... jeje. Así que cada comentario que he recibido —y al menos a mí me han llegado sólo los buenos, jeje— pues los he recibido con sorpresa. Me alegra si gente de la edad de los personajes se haya sentido en algún momento identificad@ con ellos. Eso añade sentido a lo que haces, supongo. Pero lo cierto es que no he pensado mucho en esta parte.

P: ¿La película ha cambiado tu perspectiva de la muerte?

T: Yo diría que más bien ha ratificado la concepción que yo tenía de la vida. Intento cada día poner en práctica eso de vivir cada momento de la manera más intensa y sincera, por todos aquellos que no están, o que no encontraron la manera de quedarse. Aunque claro, luego en la práctica... no es fácil. Así que el personaje de Cristina me ha permitido experimentar esa manera de tomar la vida, hacer de piel y corazón mi propio ideal, y por tanto hacerme el camino más fácil para llevar esa «filosofía» a cabo.
Por otra parte, la elección del personaje de Dani, da una vuelta de tuerca al tema. A priori parece estar en el otro punto, contrario... esto sí me provocó en su momento cierto desacuerdo. Por lo visto en otras culturas se acepta mucho más que cada cual decida cómo y cuándo quiere morir. Para mí es algo que respeto, pero mi educación me hace sentirlo lejos.

P: ¿A partir de ahora la lavadora ha dejado de ser un electrodoméstico inofensivo?

T: Jeje..., desde luego nunca volverá a ser la misma en casa, eso está claro. Me encanta que esta peli muestre el efecto hipnótico del bombo de la lavadora. ¡Es la pura verdad!

P: ¿Cuál es tu escena favorita de la película?

T: Mmmm, a ver... Creo que el momento fiesta de despedida en el que los chicos están intentando salvar el pellejo en un momento surrealista. Recuerdo además que mientras se rodaba esa secuencia, yo estaba en la parte de arriba de la casa, así que no la vi, pero se escuchaba el estallido de risa del equipo cada vez, después del «corten». Cuando la vi en pantalla me harté de reír. Creo que es genial ese momento. Está todo en su punto.

P: ¿A qué actriz has admirado siempre?

T: ¡Este tipo de preguntas son las más difíciles de responder! Hay muchas actrices que me trasmiten muchísimo. El primer nombre que me aprendí de pequeña, Shirley Mclain.

P: ¿Qué esperas de tu carrera?, ¿tienes algún proyecto en mente?

T: Aún estoy intentando descubrirlo. Sobre todo, disfrutarla, sea la que sea. El proyecto de momento es seguir atenta, día tras día, a todo lo que pasa, que a veces me disperso demasiado. Seguir estudiando música, seguir investigando qué porras quiero hacer... No sé...

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Tu vida en 65 minutos, dirigida por María Ripoll e interpretada por Javier Pereira y Tamara Arias -entre otros- es una producción de Messidor Films, distribuida por Altafilms.

Lee un artículo sobre esta película y una entrevista con María Ripoll