«Juan Lobillo, un talento nacido en la
sierra de Jimena de la Frontera, poco a poco está llamando
la atención del público que él merece.
Este pintor de treinta y un años ha estado
pisando el camino del éxito desde hace mucho tiempo, habiendo
construido una base sólida con su trabajo constante y duro.
Empezó a pintar cuando tenía solamente
diez u once años, buscando trabajos 'extras' después del colegio
para ganar el dinero que necesitaba para comprar los materiales
que le hacían falta.
Por fin pudo ir a la Escuela de Artes
y Oficios en Algeciras dónde estuvo dos años. Después se fue
a Barcelona para continuar sus estudios artísticos en una
academia privada.
La técnica especial de Juan es propia
de él. Siempre ha pintado al óleo y ha aprovechado a tope
todas las variaciones que el óleo ofrece.
Su estilo ha ido evolucionando en el
tiempo, alcanzando una madurez y percepción que resulta evidente
al ver la antología de su obra.
Su interpretación romántica de la naturaleza
y las cosas ordinarias de la vida diaria, hace de sus pinturas
una interpretación diferente, encantado-ramente demostrativa.
Su estilo nos hace recordar a los impresionistas,
y vibra de luminosidad y vida.
La luz es un elemento esencial para Juan
y se nota en sus apasionadas interpretaciones de la luz tan
limpia y tan clara que es tan distintiva de esta parte del
mundo. Su trabajo consiste principalmente en la vida que le
rodea, quizás una vista desde una ventana, o un rincón inobservado
detrás de una reja a la que dará vida, o los prados frondosos
de la primavera. Sus paisajes preferidos van combinados con
personas o individualidades al que pertenecen en ese momento.
Sea cual sea el tema, se puede sentir la tremenda energía
que irradia de los cuadros de Juan, lo que junto a su talento
hace que nosotros, los observadores, veamos con ojos nuevos
escenas que normalmente nos pasarían inadvertidas.
Su primera exposición fue en 1.975 cuando
tenía sólo catorce años, en su pueblo Jimena de la Frontera.
Eso fue el comienzo. Desde entonces ha expuesto en Algeciras,
en Chiclana cuando eligieron dos de sus cuadros, entre cientos
que recibieron, para una exposición de sólo cuarenta ejemplares.
Luego, en 1.983, cuatro cuadros fueron a Londres para una
exposición de técnicas distintas. Los cuatro fueron vendidos.
Muchas obras de Juan se han vendido en
Madrid y Barcelona, y por supuesto en Algeciras, Gibraltar
y Sotogrande.
Merece la pena ver sus cuadros. Quien
conoce su trabajo sabrá valorarlos, quien aún no lo conozca
tendrá la oportunidad de descubrir por sí mismo el talento
de Juan Lobillo».