Aquí, yo.
Y sentados frente a mí
multiplicados por el espejo
mis infinitos yo.
Exactas rúbricas de mí
me miran y se extienden
por todo el juego cósmico propuesto.
De su órbita egoísta
al fin sale de sí mismo
mi yo concéntrico.
El antes indiviso
me despuebla ahora
y prófugo huye,
nauta liberado,
por la selva ingrávida del silencio.
Así,
fresca exudación del día
me declaro Universo
y mis yo como soldados
obedecen
cuando digo:
soy fuego
soy tierra
soy agua
soy viento
soy brasa y destello,
soy grano fecundo,
clara sinfonía,
aliento.
Recién nacida soy,
apenas Universo
sin espuelas de odio
ni centurias de miedo
en el calendario de estas sienes
hoy,
extingo
el
tiempo.
De mí, nacido
Y digo tu nombre
con estos labios febriles
lo anuncio
mientras beso
el siempreverde laurel
que lo recibe en confesión.
Se parte el aire
aire abierto
recién nacido aire
—densidad que empuja—
las livianas sílabas
de tu ahora
vegetal nombre.
Y te beso y te creo
con esta boca amarga
porque sólo al nombrarte
precipitas
en amorosa sustancia.
Así,
—hombre—
fruto reciente
de mí, nacido
con la mansedumbre
que circunda
toda súbita creación
resplandeces
extendido
descalzo
viril
clarísimamente
bello
sobre las hojas.
_________________
ALEJANDRA
VIVIANA CLOTILDE GIANELLO
es una autora que reside
en San José del Rincón (Santa Fe; Argentina).
Contactar con la autora:
alejandragianello[at]hotmail.com
Ilustración poemas: Fotografía
por
Pedro M. Martínez ©