Déjame tu piel de regalo
para envolver la noche solitaria
hasta el final del deseo
habrá por fin un propósito para las horas
después de esconderme bajo su abrigo
no me dejes nada más
tu piel es suficiente
quiero gastarla de tanto abrazo
que quede roída como traje viejo
como muñeco de peluche sobre mi cama
hasta que ya no recuerde quién fuiste
ni qué me regalaste
hasta que crezca y un día
te guarde en el rincón del closet
porque el amor se ha convertido en otras cosas
y ya no te necesite.
En ocasiones
es
mejor no salir
el sillón se siente más mullido
la luz en la ventana
tiene un toque mas sagrado
con sus mil partículas de polvo en movimiento
la tarde se hace pesada
perezosa
quizá como un gato enroscado en la ventana
a veces es mejor quedarse
a ver el mundo desde adentro
regocijarse en inventar
encuentros imposibles
invitar a la araña escondida
detrás de la cornisa
a tejer su tela en la puerta
para no dejar entrar a nadie.
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Marta Sepúlveda, autora colombiana, estudió la carrera de Derecho
y actualmente vive y trabaja en Bogotá, su ciudad natal, ejerciendo como
colaboradora de revistas literarias en el exterior e investigadora de
la literatura en general. Como dice la editora mexicana Lina Zerón,
«profunda en lo simple, contundente en lo insignificante», es una
buena muestra de las nuevas voces colombianas. Presentó su último libro
Menos mal, no estoy el 22 de julio del 2004 en el Convenio Andrés
Bello.
Contactar con la autora: msepulveda33 [at]
yahoo.com
Ilustración poemas: Fotografía por
Pedro M. Martínez ©
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