Último vagón
Me entrego en soledad
a las penas del infierno
Porque a pesar
de tener la receta de la dicha
dejé pasar el amor
cuando en una estación del metro
no fui capaz de subir
al vagón del arco iris.
Aprendizaje
Quiero aprender
a descifrar tus silencios,
descansar en tus pausas,
en la calma de tu mirada.
Buscar tu boca
después del último monosílabo
que me has dado por respuesta.
Tal vez ,
sea bueno alzar mi mano,
y dejarla caer
en la suavidad de una caricia.
Arrastrando calor
desde la plata de tus sienes
hasta donde me lo permita
el exhalo de tu voz.
Quizás así,
rompas
el esquema de tus costumbres.
Al enamorado de Violeta
quien decidió amarla
después de la muerte
(porque la encontró demasiado tarde)
¡Qué bien que me amas!
Tras mi puerta de mármol
atravesó tu canto.
Acércate a mí ,
desocupa tus manos
para que puedas acariciarme,
deja tus gatos y el cocodrilo
doblemente muertos
en la fosa adjunta
que uso de velador.
No molestarán
Tu tía enjuta y senil,
otrora sabia amante,
sonreirá pensando que
se repetirá la historia.
Seré diosa Maya
y cantaré a tu corazón
vestida de novia
con traje de seda letal.
Cuando te presentes a mí
será para amarte como tú me amas.
En tu disfrute estará la
razón de mis versos.
Con los pétalos de mi ramo de violetas
espantaré tus murciélagos
por el placer de placeres,
de seducirte entre tumbas.
Y éxtasis será
nuestro clímax en una losa de mármol.
La mano que le falta al manco
es la que erróneamente
la lanzaron en mi morada
cuando no encontraron
el cuerpo para entregársela
¡Tanto mejor!
Será un más para que me toques.
Y verás,
que la cara de tu anciana tía
no será muy inocente,
cuando le preguntes,
que tan tibias son las lápidas como lecho.
Y te guiñará un ojo...
pero también evocará
mirando hacia le ventana
en dirección al panteón de sus recuerdos.
Abriendo su boca
y dejando caer un hilo de baba,
suspirará,
En una reacción de cuerpo olvidado
bajará las palmas
de sus pechos a su vientre
Y si algo tibio recuerda
también lo hará mas abajo.
No permitas querido mío
que cante esta anciana señora,
puede desconcentrarnos
del preámbulo amatorio.
Amémonos sin control
hasta que mis vecinos
de tanto bullicio y desorden
pregunten que pasa.
Oye mis bramidos
de agostina gata en celos
y ven
A la calle Volver del Silencio
número diecisiete.
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ERNA MAFALDA AROS PENSA nació en 1953 en
Chile. Con numerosas menciones honoríficas y premios a sus espaldas en
Chile y otros países de habla hispana, destaca con mucho el público reconocimiento
a su obra Yo mujer: tentaciones y sensaciones, hecho en carta personal
por el Presidente de Chile,
Ricardo
Lagos. Por otra parte también viene desarrollando una fecunda e intensa
actividad artesanal, con exposiciones también por varios países de Hispanoamérica
así como en España, sin olvidar su presentación en Holanda ante la comisión
de ADELA (Asociación de Exiliados y Emigrantes Latinoamericanos), con
sede en Ámsterdam.
Contactar con la autora: ernaaros[at]hotmail.com
Ilustración poemas:
Wisch (1) by Mumdzhiev -
Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0
via Wikimedia Commons.
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