La mujer aproximativa
(A todos los enemigos que amo tiernamente)

BEATRIZ HERNANZ

Hay muertos que se adelantan a la cita. Los hombres te implorarán que los condenes. Pero hay que tener mucho miedo para ser una mujer honrada. Las moscas viven del aliento de las limosnas más hermosas. Tienen la razón de las campanas de los sueños. Yo ya no espero nada. Ya no espero nada. Sólo un pastel de rompeolas inmóvil que recela de los espejos sin retorno. Los senderos nunca se bifurcan en tus manos. Te engañé, mientras pude, con la crueldad más ligera de las verdades. En el borde del crimen, está el vacío de la memoria sin fondo de tus pestañas, el calor que arruga tus palabras. Yo ya no espero nada. Ya no espero nada. Hay arrepentimientos que se miden al peso. Hay mentiras que riman con monedas coaguladas. La impaciencia, muerto favorito y atascado, era de una ficción desmedida y boreal. La oscuridad de la sangre escondida en los verbos más astutos auguran que un instante de amor te calcinaría hasta los huesos. Dejando una aureola de astucias, ya no puedo temer nada, y los versos se precipitan, selváticos, huraños, maltratados por los poetas. Mientras, un largo arañazo sin fondo resbala por tu carne ruidosa y despreocupada.

Tienes un higiénico futuro por delante. Hay mujeres inútiles en las horas agrias del pasado, en las convulsiones estériles del atardecer. Yo ya no espero nada. Ya no espero nada. Ni los cabellos perdidos que emergen en las fidelidades más estudiadas, ni en los paisajes más arrastrados de la conciencia, siempre submarina y letal. Mandíbula, cáscara, fatalidad. Espectador de la ciénaga, duermes con la conciencia de una gallina que se sabe reina por un día. Suena una sola voz que ha soltado amarras. En otro tiempo, la destreza de las moscas en elegir cuál es la carroña más codiciada por las sombras, se habría llamado poesía. Desconozco las razones astrológicas que te impulsaron al rebaño que gira inconsolable contra las cadenas de la estupidez.

En la cópula de las moscas más sagradas se incita a la obsesión del infinito. Mujer, aproxímate. Ciérrate en una transparencia parlante. Sé esponja borrascosa del resplandor más arrastrado. Los cadáveres son poco severos con tus desalientos de sirvienta. Un hombre sólo es una arco difuso en una media. Cada mujer debe inventar su camino. Falso, el arte es breve y falso. Es una atrofia que hiede en tu vientre. Una hipócrita tragedia en la línea del tiempo. Yo ya no espero nada. Ya no espero nada. Hay que tener tiempo para ser una mujer honrada. En el vértice más confiado de ese charco inédito, en la amargura blanquecina del deseo, los astros rinden tributo a las urnas y al tráfico. Un disparo confortable y unas cuantas moscas en la fosa cotidiana.


______________

BEATRIZ HERNANZ ANGULOBEATRIZ HERNANZ ANGULO
es doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Ha simultaneado la labor docente en diversas universidades anglosajonas con la crítica literaria y la creación poética. Colaboradora habitual de los Cursos de Verano en El Escorial de la Universidad Complutense, así como profesora invitada y conferenciante en diversas instituciones culturales y universitarias (Fundación Ortega y Gasset, Círculo de Bellas Artes, Universidad de Puerto Rico, Casa de Galicia, TVE, TVG, Universidad Autónoma de Madrid, Complutense, Carlos III, Instituto Cervantes, Ateneo de Madrid, etc). Ha sido crítica literaria en ABC Cultural (1992-1998), y en la actualidad lo es en EL CULTURAL de El Mundo desde 1998. Como gestora cultural, ha sido coordinadora de actividades culturales y educativas en la Compañía Nacional de Teatro Clásico y directora del Centro de Documentación Teatral del INAEM, Coordinadora de la Comisión del Centenario de 1898, así como coordinadora general y directora académica del Programa de Becas Endesa de Patrimonio Cultural para Iberoamérica del Ministerio de Educación y Cultura. En la actualidad, es coordinadora del Área de Humanidades del programa de becas de la Fundación Carolina.

Bibliografía: Ha publicado numerosos artículos y ensayos sobre literatura española, especialmente sobre teatro clásico y contemporáneo, así como ha editado para Castalia dos piezas dramáticas de Eduardo Marquina: En Flandes se ha puesto el sol y La ermita fuente y el río. En el campo de la traducción, ha hecho versiones en castellano de poetas como Montale, Cummings, Swzymborska, etc. Es miembro del consejo de dirección de la revista Rey Lagarto, y secretaria general de la Asociación Cultural Lyric Link, Enlace de Culturas. Miembro de la AIH (Asociación Internacional de Hispanistas) y de la Asociación Colegial de Escritores de España.
Como poetisa, ha publicado La lealtad del espejo (Premio Barcarola de Poesía, Albacete, 1993), La vigilia del tiempo (accésit del Premio Adonais, Madrid, Rialp, 1996) libro que recibió una ayuda a la creación literaria del Ministerio de Cultura, 1994). La epopeya del laberinto (Palma de Mallorca, Calima, 2001) y La piel de las palabras (Palma de Mallorca, Calima, 2005), con prólogo de José Manuel Caballero Bonald.

Figura en multitud de revistas literarias y antologías, así como en páginas y bibliotecas electrónicas de poesía (p. ej., Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante).

Contactar con la autora: beatriz.hernanz [at] fundacioncarolina.es

Info Ilustración poemas: Louis Marcoussis Composition au coquillage 1940 by Louis Marcoussis - Christie's, LotFinder: entry 5268455. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons.


Mar de Poesías


Poemas publicados en Revista Almiar, n. º 24 (2005); selección de poemas a cargo de Antonio Alfeca. Web reeditada en agosto de 2019.

Sugerencias

Hilo de oro

Hilo de oro (relato)

enlace aleatorio

Enlace aleatorio

  • Créditos

    Revista Almiar (2005-2019)
    ISSN 1696-4807
    Miembro fundador de A.R.D.E.

  • Email

    Colaboraciones