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Tilsa
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Pasos Paz


Total, la vida es un encuentro de fragilidades… de miradas… de suicidios.

Háblame, las palabras empiezan a enfermarse. Tú sabes, el traje que llevas tiene la mirada de ese niño que contempla por la ventana…


Ay, que con todo eso no sé por dónde empezar...

Hoy día por fin tengo más tiempo, ya se ha ido Toby a Lyon.

Tienes que saber eso, que le he querido mucho, con sinceridad y pasión también, además es una buena persona. Sé que desde tu punto de vista, las cosas parecen diferentes... Por culpa mía. Porque, yo quiero aparecer como una luz positiva para ti, así que no te cuento las cosas como a otra persona le contaría. Por ejemplo, hace unos días, le contesté a Toby, que sí quería darle otra oportunidad a nuestra relación. Por eso él me pedía que acabe con llamarte y escribirte. Pero, en el fondo yo no podía creer en esta relación, así que fue falsa la oportunidad que le di. Cariño, me engaño a mí misma y a él también. Sabes, el fondo del asunto es que me falta mucho coraje. Soy una persona muy cobarde. Lo que pasa también, como decías con mucha claridad, es que él está tratando de presionarme para quedarme con él.

Tengo miedo, de mí misma, por ser cobarde, a él, a la mirada de la gente. No soy, así, como tú. Tú tienes mucha fuerza de reírte de lo que piensa la gente. Tienes que saber, que cada vez que pienso en él, me siento muy triste, todo el tiempo estoy llorando. Y eso no va a pasar así de prisa. Es una pena… profunda, por el amor que había entre nosotros, por el daño que le estoy haciendo, por la belleza de esta relación que ya murió.

Él, dice de ti, y me pidió decirte, es lo siguiente: Él no te conoce, pero te respeta, además no te juzga. Te pide que tampoco lo juzgues. Lo que ha hecho, de pedirnos que no nos llamemos, fue porque quería salvar a su pareja. Que respeta los valores que puedes tener, de fidelidad, de respeto, de libertad, etc., tienes que comprender, en su lugar hubieras hecho lo mismo. Y también, está muy molesto por tu accidente, y quiere que todo te vaya bien. Piensa que eres una buena persona, que yo no podría estar con una persona mala, en otras circunstancias le hubiera gustado conocerte más...

Por fin, hoy día tuvimos otra discusión, por teléfono esta vez, justamente lo que quería evitar en Cusco. Y esta vez se dio cuenta de todo, que yo no podía acabar mi relación contigo, porque no quería, y que la pareja de él y yo, ya se acabó. Me cortó el teléfono y no ha logrado llamarme después. Eso es difícil de aceptar para mí, no es así que quería que pasen las cosas, pero también veo que no hay ninguna buena manera, y que tal vez es mejor así.

No he hablado mucho con mi mamá, no podía porque las lágrimas no me dejaban.

He tenido tres pesadillas. En la primera, estaba en Cusco en tu carro. Tenías un carro rojo (bordeaux) grande, con un teléfono adentro. Y estaba con Toby. Él no quería que nos llamemos, y cada vez que intentabas llamar me cortaba la comunicación. No sé porqué, estábamos yendo a la piscina. Y justo cuando llegamos a la piscina, mientras que tratas de llamar, él nos corta, me pongo a llorar porque sé que tienes algún problema y que tienes que hablar conmigo, y no se puede.

En la segunda, voy a ver mi amiga Maizzy, y le pregunto de los Stages de verano, y de los proyectos que ella tiene, de los «lunes de Bauch» (una clase de danza - teatro que hay los lunes) y de los «fines de semana actuación - danza» (pequeño Stage que ella hace con su amigo de vez en cuando). Yo quiero ir a estos «fines de semana» con Juliette para trabajar la función de danza - zancos - armónica. Y mi amiga me contesta que todo ha pasado muy mal, que muy poca gente ha venido, y por eso han cancelado todo.

En la tercera, yo estoy viviendo en Perú, debe ser en Urubamba, pero también es como en Turquía, con mis dos hermanitos. Hay en la calle gente echada en el suelo en unas mantas, con música que sale de una radio. Son espacios de descanso en la calle que se alquilan. Pero uno tiene que traer sus propias mantas. A Philippe y Jean (mis hermanos), les gusta la idea, salen solos a la calle con unas mantas, y alquilan un espacio. Y no sé porqué, eligen el sitio, el más frío de la calle. Les veo y me acerco, y Jean empieza a llorar, parece que tiene diarrea y que está cubierto de mierda. Yo le digo que no hay que llorar, le pido que me preste unos soles para ir a comprar papel higiénico para limpiarlo. Pero voy más y más allá de la calle, y también es más y más bajo, más y más oscuro, y no encuentro ni una tienda, sólo son entradas de piscinas (los sitios en los cuales uno se cambia la ropa). Y además, no hay nadie a quien pueda pedir papel.

Estas tres pesadillas, cada una en una noche diferente, y cada vez despertaba con mucha angustia, con una tristeza profunda. Igual que lo que siento en el día, más o menos, pero con el peso más siniestro de las pesadillas.

Cariño, disculpa por mi falta de energía positiva, mi falta de entusiasmo, me doy cuenta que debe ser bastante pesado para ti... intentaré llamarte pronto. Un besito,


No sé qué día es.

Sólo sé, que estoy con una gripe de los mil demonios.

Mi cabeza es un nido de revoluciones, hay estallidos por todas partes.

Quizá sea el resultado de una larga despedida en los labios.

Huyyy, cómo duele. Dan ganas de tirarse al río.

Quizá sea un día de esos, de un año no conocido, de repente, tal vez, puede ser, la lluvia que quiere ser y no ser, a lo mejor, tus ojos indiquen la señal.

En fin…

Al caer la noche iré al Tacuchi a tomar «té piteao», limón, unas cuantas copas de pisco, ese pisco que compramos al sur de Ica. Ese lugar me dirá que estás a mi lado. ¡Ves!, me encanta cuando sonríes… ambos nos miraremos a los ojos… Como anoche los dos juntos tirados en el pasto, mirando las estrellas y la Luna que pronto saldrá. Anoche y esta madrugada, yo estaba con los ojos llenos de mierda y los abrazos y besos que daba el frío, impidieron el diluvio.

Tú eres el fantasma que pasa y juega en mis dedos.

Y, no sabes, cómo cuento las horas para estar junto a tu suicidio.


Duele mucho esta separación. Me siento muy rara, me siento así como una huérfana, no sé si tomé una buena decisión, al rato estoy llorando en mi cama… Y para Toby, es más difícil todavía. No sé, si te dije que su papá quería internarle en el hospital psiquiátrico. Eso, no es broma. Por eso empiezo a tener un miedo horrible. También porque veo que mi relación contigo es demasiado parecida a mi relación con Toby. Espero que no te molestes por lo que digo… Pero de verdad, tengo la impresión de que tú, así como él, ponen muchas cosas en mí. Lo que dices, de que te devolví a la vida, a querer, a estar en el mundo… tu manera de estar así de entero, completamente… lo que dices de la vida de pareja… de muchas maneras, te pareces bastante a Toby, y sobre todo en tu concepción de la pareja. Y eso me da miedo. Al ver todo lo que sufre Toby. No quiero que pase lo mismo, entre tú y yo. Tengo miedo, que crezca más de lo que avanzamos, el riesgo de hacerte daño de cualquier manera. Y duele, hacer tanto daño a una persona, a una persona que quiero mucho. No es que quiera seguir con él, sino que es la persona en este mundo que menos quiero hacer sufrir. Con todo esto, creo que necesito más tiempo. Tiempo para estar sola, para encontrarme conmigo misma. De todas maneras, veo lo bueno que me has dado, que fue el coraje de mirarme a los ojos y preguntarme: ¿Qué es lo que yo quiero verdaderamente? Pero, lo que pasó en Cusco esos últimos días que estaba, de verdad fue muy feo. Tengo vergüenza de lo que he hecho, va a tomar tiempo, hasta que pueda mirarme en un espejo. Es una cosa ser infiel, es otra cosa la manera como hice las cosas, mentir así a una persona, y hacer cosas en su cara como las hice. Es una falta de respeto, muy seria. Creo que estaba tan perdida en mis sentimientos, de ser infeliz, que ya no me daba cuenta de lo malo que fue. Tengo miedo de no quererte en igual intensidad como tú me quieres. Eso fue lo que pasó con Toby, que me ha hecho infeliz durante tanto tiempo, y que por fin amenaza volverlo loco. Veo que ya mis sentimientos no están a la altura de los tuyos. No sé, si otra vez me estoy engañando. Aquí son la una de la madrugada. Justo acabo de hablar por teléfono con un amigo (es el esposo de la prima de Toby), y él me hablaba un poco de su experiencia con su pareja, de infidelidad y todo. Lo que me dice él, es que esta experiencia que estoy viviendo contigo, la tengo que vivir así completamente, y sólo después de eso podré ver qué es lo que siento (hacia ti, hacia mí misma, hacia Toby). Pero tengo miedo que al hacer eso, te vas a encariñar todavía mucho más, y que yo también me voy atraer, y que al final voy a estar así encarcelada en la relación, más todavía por haber visto el dolor de la separación y no querer vivirlo otra vez. Disculpa que te diga todo esto, fue lo que me decías (de no tener miedo, de decirte las cosas así como están) que me ha convencido de hacerlo. Pienso que sólo con esta honestidad y sinceridad, puedo intentar reducir un poco el sufrimiento. Y de sufrimiento, hay tanto a mi alrededor ahora que eso es un objetivo muy importante para mí. Dime lo que piensas de todo esto… Yo estoy muy perdida, no sé qué hacer y tampoco sé qué pensar. Lo único que creo con bastante fe, es que necesito tiempo para estar sola, ir a caminar unos días a la montaña, puede ser que también viaje a Hawai con mi prima… Gracias por estar aquí, a mi lado, escucharme y ayudarme.

Un besito,

Tilsa


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PASOS PAZ (Carlos Sánchez Paz) nació y vive en Cuzco (Perú). Es poeta y dramaturgo. Ha ganado el primer premio en poesía y el segundo en teatro, del I Concurso Regional de Literatura organizado por el Instituto Nacional de Cultura del Perú.

Estudió en el prestigioso Atelier Varan, escuela de cine documental en Francia, y ha filmado numerosos documentales.

Es director de la Asociación Centro Cultural Cuzco y de la revista Ángeles y Demonios.


ILUSTRACIÓN RELATO: Fotografía por Juanjo Barinaga ©