Olvidando a Xiara
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Gustavo Marcelo
Galliano
¿Cómo
olvidarme de Xiara?...
Sería como quedar atrapado eternamente, en la
cima del magno Aconcagua.
Pero sería una utopía. Utopía de aquellos que
aún resisten a creer en el olvido. Imposible abstraerse ante ella.
Su sola presencia todo lo invade y todo lo torna supremo.
Es como si una ráfaga de aire fresco, mezcla
de pino y hierba fresca, te insuflara los pulmones, te despertara
el alma, te convirtiera en alguien mejor, y a la vez, otra ráfaga
de calor intenso, denso, te lleva a desearla más que a nada en el
Universo. A desear su infierno, si existiera un infierno, o más de
uno, según el Gran Dante.
Su figura felina logra encender hasta el deseo
de aquellos que creen que el deseo es algo que ya no lograrían desear,
ni encender.
Esa es Xiara. Mi Xiara.
¿Cómo olvidarla después que haya posado sus ojos
en mí?
Esa mirada de fuego, fuego de lava. Lava de incontrolable
volcán. Corriente infernal que te hace sentir vivo, pleno, átomo repleto
de energía.
Ni el Faro de Alejandría o el Coloso de Rodas,
ni el Templo de Artemisa o la Estatua de Zeus, ni los Jardines Colgantes
de Babilonia o el Mausoleo de Halicarnaso... ni siquiera las Pirámides
de Guiza... nada es comparable a mis días con Xiara.
Un inmenso torbellino me envuelve en su fragancia,
sin permiso ni descanso. Y me devuelve a la realidad de manera injusta,
insensata. Cruel y arrogante. Castigo excesivo a mi testaruda ignorancia
sobrecargada de hormonas.
Como arrojarse sin ataduras desde las Cataratas
del Niágara y sentir esa sensación que nace en el estómago, explota
en el pecho y estalla en el cerebro, tan intensa y compleja como la
muerte misma, tan llena de adrenalina como la vida misma.
Respirar junto a ella era conocer a las Parcas
en un instante... como si Nona, Décima y Morta se convirtieran en
sólo una, y poderosas decidieran embriagarme con el destello de Xiara,
hasta dejarme satisfecho. O más insatisfecho aún.
Pero decidí saltar, saltar hacia la duda.
Como si me arrojase desde la cima de los Cárpatos
Occidentales, desde los Alpes de Transilvania, como si lo nuevo fuese
bueno, sólo por nuevo, sólo por aventura, por violar las reglas. Sin
necesidad, sólo porque sí.
Saltar hacia la nada y a la vez saltar al todo.
Saltar sin parapente ni paracaídas. Saltar. Cuando
no se conoce hacia dónde se salta pero se está creyendo firmemente
en que vale la pena.
Y sin embargo, mi interior me lo imploraba.
Como una voz que te martilla y martilla los oídos
desde la mañana hasta la noche. Y vuelta a comenzar. Y término del
día me encontraba extenuado, extenuado y más conflictuado que el interior
del mismísimo Kafka.
Hoy el despertar sin ella es como despertar en
un tórrido desierto.
Con la garganta reseca y arterias palpitantes.
Con la mente confusa y el corazón casi inerte. Músculo convertido
casi en fibra. Fibra sin calor.
Despertar sin Xiara es como no llegar a despertar
nunca. Como no poder volver a soñar, y sólo tener acceso a pesadillas
constantes. Como si estuviera en el árido Sahara, cuidándome de oasis
y moros. Como si estuviera en el reseco sur del Kalahari, huyendo
de bosquimanos.
Un presagio me ha invadido: estoy comenzando
a olvidar a Xiara.
Olvidar es comenzar a recordar un poco menos.
Como comenzar a desandar el camino. A ovillar
la madeja. Y poco a poco, se obtiene la nada. Xiara es el todo. Yo
equivoqué mi camino y hoy soy lamento sin muro. Creí que tras el muro
estaba la vida plagada de dicha y escapar a la calle sería sólo una
aventura. Aventura con retorno. Retorno y regreso. O no. Después de
todo... eso es la aventura.
Mi anterior hogar era un chalet antiguo, ventilado
y soleado. Con eco de risas de niños, perfume a rosas y jazmines cultivados.
Con aroma a alegría, dicha, calma. Mi nueva casa es gris, oscura y
húmeda, aroma a incienso repulsivo, a hiedra y malva.
De ellos sólo distingo sus zapatos. No son muy
cariñosos ni considerados. Hace algunos días, o semanas, cómo saberlo,
me llevaron ante un profesional de la salud, según ellos. Dijeron
que era por mi bien, que estaría más calmo.
Hoy mi voz es apenas un eco desgarrado en la
distancia... Una implosión que me destroza... un destello de lo que
fuera... si acaso fui... o pude ser.
Extraño mi antigua casa... aunque cada vez el
recuerdo brote más tenue. Extraño mi anterior nombre... aunque Xum
ya no me resulte tan interesante, jamás me acostumbraré al de Rodríguez.
Sí... extraño tanto a Xiara... paradójico...
aunque de a poco haya comenzado a olvidarla... aún a pesar de no desearlo...
pero es inevitable... aquí en el sillón frente al TV todo es hastío
y sueño sin sueños... como queriendo no ser.
¿Porqué habré escapado?... ¿comprenderán algún
día los humanos lo que siente un gato esterilizado?...
El frío de esta casa es mi necrópolis, sin duda,
sin Xiara, es tan fría como la cima del magno Aconcagua.
* * * * *
GUSTAVO
MARCELO GALLIANO.
Nacido en la localidad de Gödeken (Santa Fe) y residente
en la ciudad de Rosario (Santa Fe, Argentina). Escritor, Poeta, Docente
e Investigador Universitario.
Ha incursionado en el campo de las letras hace sólo
unos años obteniendo numerosos premios y reconocimientos. Ha sido
seleccionado para participar en numerosas Antologías Literarias Internacionales
y sus escritos se han publicado en prestigiosas revistas literarias
nacionales e internacionales, tales como la Revista Nueva Época
- Cultura de VerazcruZ (México), El País Literario (España),
Revista Sinalefa (New York - USA), Revista Diez Dedos
(Tuluá, Colombia), La Zorra y el Cuervo (Washington - USA),
Amalgama (Cádiz, ESPAÑA), Cañasanta (Toronto, CANADÁ),
La Buhardilla (Rosario, ARGENTINA), Espacio Latino (Montevideo,
URUGUAY), LinterNet.Bg (BULGARIA) y muchas más, recibiendo
muy buenas críticas, que elogian su particular estilo de escritura,
que realza el romanticismo, las emociones y los valores, plagándolos
de metáforas.
Ha obtenido importantes premios literarios internacionales, tanto
en género Poesía, como en Narrativa y Cuento Breve.
Es
miembro de la Red Mundial de Escritores en Español (REMES)
(http://www.redescritoresespa.com/G/GallianoGustavo.htm).
@
ggalliano2004[at]yahoo.com.ar
ⓘ
El cuento aquí publicado fue finalista del XIII Certamen Internacional
de Poesía y Narrativa, y seleccionado para participar de la Antología
Poetas y Narradores Contemporáneos 2007, organizado por De Los
Cuatro Vientos Ediciones, presentado el 30 de junio de 2007, en la
ciudad de Buenos Aires, Argentina.
∴ Ilustración relato:
Heidenstein02,
By Tschumi (http://www.erratiker.ch/DE/Niederschwoerstadt.htm)
[GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)],
via Wikimedia Commons.
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