Cuando

esté

durmiendo

FOTO: Pedro M. Martínez

por  Felipe Girón
 

 

...por ejemplo, cuando estamos en alguna situación en particular y... click, por un instante la notamos repetida, como si ya la hubiéramos vivido antes. ¿Pero cuando?, imposible descubrirlo por mas esfuerzo que hagamos. ¿Le pasó alguna vez?, ¿no?

Tantas cosas he oído al respecto. Teorías científicas, reencarnación... Todo muy creíble, no lo voy a negar, pero he descubierto que se trata de otra cosa. En el sueño está la clave del misterio.

Sí oficial, soy conciente de la acusación por homicidio... sé que le estoy robando su preciado tiempo, disculpe, pero tengo que pasar por todo esto para hacerle comprender..., gracias. Continúo entonces.

Muy bien, le dije lo del sueño, okey; el tema es que no hay tantas almas como cuerpos en la tierra. Sería así, existe un alma o espíritu, como más le guste, cada dos personas.

Mientras uno descansa el alma viaja a su otro cuerpo, a otra persona, y viceversa, claro. Exacto, no se ría, en este momento un cuerpo esta descansando, y es el que más tarde usará su alma.

No, no quiero decir que sean vidas iguales, seguro que son muy distintas, pero a veces pasa que se filtra información de una vida a la otra. Bien, esa fuga sucede a través de los sueños. Los sueños no son otra cosa, que lo que está viviendo la otra persona mientras uno duerme. Muchas veces se mezclan con nuestro propio subconsciente y termina siendo un verdadero desorden.

Recuerde lo de las situaciones familiares, le doy otro ejemplo: Usted pasea por una calle por la cual tiene la certeza de no haberla transitado nunca. Pero fíjese que la nota familiar, tiene el presentimiento de conocerla... Bueno, de por seguro que alguna vez la soñó mientras su otra vida andaba por ahí. Ahí tiene un vestigio de la otra vida que tiene y que desconoce por completo. Puede ser, si, quizá su otra parte está en... Italia suponga, descansando, ahora es de madrugada ahí. En unas horas usted se va a acostar junto a su mujer, sin poder decir una palabra porque un loco lo dejó pensando, se va a ir dejando llevar por el cansancio y mientras usted va perdiendo el contacto con esta realidad, en Italia alguien empezará a despertar. Es como si usted lo despertara al dormirse. ¿No le parece fantástico?

Tiene razón, si su otra parte esta en Italia es un poco inverosímil el ejemplo de la calle, pero quizá note que tiene una facilidad admirable por ese idioma.

Pero no sea tan necio, ¿tantas vueltas le quiere dar?, no va a encontrar forma de atraparme. Es un tema tan oscuro y complicado que todo puede ser probable. Este mundo es demasiado extraño, ni usted ni yo va a poder descubrirlo del todo, pero de por seguro que le voy a contestar cada pregunta que me haga.

Sí, usted ya lo sabe, mi otra parte está en este mismo país ¿y...? Ve, sus preguntas no llegan a ningún lado, mejor sería que escuche mi versión de las cosas y se vaya a dormir temprano...

Esta, le voy a contestar. ¿No sabe que hay infinidad de personas que trabajan de noche?, mi otra parte trabajaba de noche, claro, si se lo puede llamar trabajo. Es que existe un perfecto equilibrio en esto. Si usted decide irse a pescar mañana y pasar la noche en vela, su otra parte habrá de tomar somníferos o quizá se quede dormido y no pueda asistir a su trabajo. Muy simple, su necesidad de hacer, es producto del cansancio del otro o al revés.

Usted sabe que los hombres somos bichos rutinarios y así se organizan las cosas, entiende. En el peor de los casos si uno es de esas personas que no tienen horarios fijos, la otra persona con la que comparte el alma también lo será. Equilibrio. ¿Estamos? Me gustaría seguir si es posible. ¡Por dios!, esta, esta, la última.

Es una buena pregunta. Mire, creo que cuando eso sucede uno sufre un gran impacto, es probable que le haya pasado, son esas épocas en que uno anda como perdido, desequilibrado, dudando del rumbo a seguir, hasta que de a poco empieza a recuperarse, a encontrar un camino... exacto, porque nuestra alma se ha encarnado en un nuevo ser. Veo que comprende. Así, muchas veces adquirimos nuevas inquietudes, gustos, porque le dije que hay como un cordón umbilical imaginario con la otra persona ¿no?, una unión permanente.

¿Usted?, no lo creo, lo más probable es que nunca conozca a su otra parte, tendría que sospechar quién es, tener una experiencia similar a la mía... ¿Acaso me está creyendo?

¡Está bien, está bien!, puede ser que sea un loco pero si llegamos hasta acá, por favor escuche lo más importante.

No hace tanto que venía teniendo esos sueños, eran confusos, pero me levantaba muy amargado. Vio lo emotivos que son, le pueden arruinar el día a uno. Es que son reales al fin de cuenta, ¿me comprende?

Sí, ya le dije, sensación de muerte tenía al levantarme. Los últimos fueron mucho más claros, los recuerdo casi con exactitud. Sangre, el cuarto, la víctima gritando, todo ese horror... sí, el último que tuve fue el más revelador. Mataba a la chica sobre una mesa de... bueno no interesa, la cosa es que me voy a lavar a una especie de baño creo, y el espejo, eso es, me miro al espejo y que veo. Exacto, ese rostro, ese que ahora conocemos todos.

En realidad cuando me levanté, no había madurado del todo este sueño en mi cabeza. Al ver el diario se me vinieron las imágenes como trompadas.

Usted sabe que soy escritor, y que hacía como una semana que no asomaba la nariz a la calle. Estoy terminando una novela.

Por eso, ni idea tenía de esta ola de asesinatos. Además no acostumbro a comprar el diario. Pero ese día necesité salir a ver un poco de gente. Le juro que creí que al estar recluido tanto tiempo, tan concentrado en mi libro, se estaba dañando mi sentido común. Y así fue, por mirar de reojo la primera plana, ¡zas!, veo el horror, detalles del asesinato.

Ahí nomás me encargo de conseguir ejemplares de los dos días anteriores y claro, tal cual. Me preocupé mucho.

Sí, empecé a tejer toda esta teoría, porque cómo era posible que me enterase por sueños lo que hacía un homicida. Recopilé información y comprobé que los asesinatos habían sido efectuados por la noche, mientras descansaba, en las mismísimas noches en que había soñado esas espantosas pesadillas. No se me ocurrió otra cosa que esta explicación.

Mi alma la comparto con ese cochino, pensé.

No, lo lamento por mí, pero no tengo forma de probar que esas noches estaba en mi casa durmiendo. Cuando escribo estoy aislado del mundo.

Sí, mi libro anterior trata de sueños. Sé que ser escritor y ese libro me juegan en contra, pero entienda que gracias a eso pude descubrir lo que estaba sucediendo. Además no confunda, mis libros son de ficciones... Esa noche volví a soñar con la última de las chicas que mató. Fue espantoso. Por eso fue que no soporté más y me decidí a proporcionarles el identikit diciendo que había visto correr una persona cerca del crimen.

Entiende que no le iba a decir que lo había visto en un sueño.

No lo comprendo, cómo puede ser que crea que fui yo... no recuerda que era él quien estaba en mi casa, me buscaba para matarme. Le parece que puedo ser tan estúpido de haber liquidado a tanta gente, y después ir a codearme con la policía. En realidad lo comprendo, todo esto se presta a confusiones.

Si no hubiera sido por el soplón que tienen acá adentro, los periodistas no hubieran publicado mi nombre y apellido como testigo del crimen... se tendrían que haber arreglado con ese dibujo estúpido que les describí. Todo gracias a mi sufrimiento.

Después quisieron arreglarla con la custodia. Mi vida se transformó en un martirio. De golpe supe que cuando me durmiese él estaría buscándome. Y ni hablar lo que pasó por mi cabeza cuando me quitaron la custodia...¡Ah!, pero claro, ahora entiendo; me usaron de carnada.

Publicaron a propósito mi nombre en el diario, simularon una custodia por unos días y después me vigilaron esperando que este tipo apareciera, ¿no?

Sí, sí, ya sé que soy yo el interrogado. Okey. Bueno, qué esperaba, le tendí una trampa. Cuando simularon dejarme sin custodia me volví loco de miedo, pensé en escaparme a algún lado... así fue, reflexionando me di cuenta que contaba con algo a mi favor. Él iría a buscarme a casa, no es muy difícil saber donde vive alguien teniendo el nombre y apellido, ustedes lo sabrán mejor que nadie.

Ese mismo día me fui a ese hotel. Por lo que supe luego, ustedes me siguieron todo el tiempo y dejaron a uno de los suyos, bien escondido, cuidando mi casa. Esas cosas fueron las que no tuve en cuenta en mi plan.

Aunque me resultaba absurdo que me dejaran a la buena de Dios, les creí el cuento de que después de tantos días era imposible para la institución continuar con la protección.

Me imagino la cara de ustedes cuando lo vieron entrar por la noche en mi casa. Todo resuelto habrán pensado, sólo cuestión de esperar a que el testigo regrese a su hogar. En el momento justo entran en acción y lo sorprenden con las manos en mi cuello, ¿no? Pero tristemente cambiaron algunos detalles.

Así de simple fue, el muy tonto se quedó esperándome toda la noche hasta que yo me desperté en el hotel. Claro, le tocó dormirse en mi trampa. Le juro que no pensé que iba a resultar... Ahora bien, si no me cree, cómo se explica que un asesino se quede dormido a la espera de su víctima.

Mi plan era ese, ponerlos al tanto cuando todo estaba cocinado. ¿Y usted que hubiera hecho?, si los llamaba con él ya muerto era factible que creyeran que había venido a atacarme, que había sido en defensa propia. Pero si cuando ustedes llegaban él dormía como una criatura en mi living, ¿me hubieran creído?; porque mire, yo sabía que ustedes no tenían ni una mísera prueba, ni huellas... Tan absurdo, lo único el identikit que yo les había proporcionado.

Bueno, me resultó mal la cosa. Todo por creer en ustedes. En vez de encontrarlo a él atacándome me sorprendieron a mí cuando acababa de darle la primera puñalada al cerdo ese. Se les complicó todo. Claro, debo admitir que para mí también está difícil la cosa.

Está, no me mire así, ya sé que no me cree. Bien, mande al oficial ese, que se comunique con el hospital y verá que está durmiendo, soñando quizá con esta charla ridícula.

Anímese, o tiene miedo. Ya sé que no lo va a hacer, de todas formas en que cambian las cosas si duerme o no. ¡Pero por Dios!, no se acuerda que cuando me detuvieron él estaba durmiendo.

¡No!, está equivocado, no estaba inconsciente, si parecía un angelito.

O usted no se hubiera despertado un instante por lo menos, después de haber recibido una puñalada en el pecho.

¡Espere, espere!, sólo una cosa más. Él va a decir que yo lo ataqué, que soy un loco, que lo llevé a casa, quién sabe, que soy un amigo y lo invité a dormir a casa, que lo usé de chivo expiatorio. Es muy talentoso, por algo no dejó huellas.

Píenselo, a mí no podrán condenarme por las chicas, no tiene suficientes pruebas, únicamente por haber atacado a este sujeto. Le estoy entregando a un asesino en las manos, no sea testarudo, lo vi con mis propios ojos.

Presiónelo y verá que en algún momento se va a equivocar. No debe tener coartada en las noches de los asesinatos, y si las tiene... recuerde esto... ¡suélteme!, sólo quiero decir... cuando yo esté durmiendo él va a empezar a contarle mentiras. ¡Suélteme!; por favor, no le crea nada.

 


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* Ilustración relato: Fotografía por Pedro M. Martínez ©



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