La eternidad

poema por Fernando L. Pérez Poza

Te niegas a cerrar los ojos y abrir el alma,
a respirar la luz que redondea el cielo,
a pelar el trozo de oscuridad triste y rancia
que corroe desde dentro el interior del hueso.

A pesar de todas las raíces que eché en ti
y todos los amarres que el ancla del destino
quiso hundir en tu matriz, a pesar de la piedra
fría y profunda que te posee plena y entera
y forma grumos de vacío lento en los sentidos,
vives, respiras, sueñas y de tu boca salen
montañas de mariposas locas y burbujas
de mares infinitos que saturan los siglos.

Eres la eternidad, un paraje tan oscuro
que nunca se deja ver, un cometa sin cola
que atraviesa la soledad negra de la muerte
y siembra en el corazón fresco la tierra seca
del otoño más cruel y desmedido que existe.
Eres la flor desnuda del abismo, horizonte
sin línea e inmenso que se ahonda en el tiempo
y siempre conquista la sonrisa del silencio.


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Contactar con el autor:
fpoza [at] navegalia.com

Ilustración poema: Fotografía por Pedro M. Martínez ©

👉 Portada de Mar de Poesías 2002

▫ Artículo publicado en Revista Almiar en 2002. Reeditado en junio de 2019.

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