poemas por
Luis Eduardo Ayala Páez

 


Las lágrimas de Eros

En ese mundo no hay cielos,
sin embargo llueve.

 

II

 

Mueve
tu fuego fuera de ti.
Haz tuyas
las verdes moras y las azules noches.
Reclama
para ti el silencio de la luna,
ese cántico fascinante y oculto.

 

Anekantavada

El agua no se
enturbia por mis manos
Ni la piedra
se adolece por mí
Ni el vuelo de mis pensamientos
hace crujir el viento
Ni abro heridas al otro
que palpita cruje o ladra.

 

La vida se nutrió
de mi sombra

Todo el universo en un gemido
me reveló lo que buscaba.
Largamente he permanecido mirando
las blancuras de sus arenas
la infinitud de sus orillas
el encanto de sus olas.
El invierno puede
venir un día y nutrir la tierra
pero nada lo hará mejor
que nuestras lágrimas.
Bajo nuestras sombras y silencios
crecerán los amaneceres y las estaciones
y se nutrirá la noche cilíndrica y espesa.

 

Antares

Los habitantes de lo efímero
te observan, escrupulosos
te rodean.
Escrutan tus formas de fuego,
carmesí como el ímpetu de Ares,
se regocijan en tu luz distante.

 

Me embriaga la lluvia
que nace del fuego

Su cuerpo junto al fuego hace que su piel
se desvista en agua, que sea lluvia liviana,
lluvia fulgurante que enciende mi sed.
El resplandor de la luz la cubre
lentamente con gotas púrpuras
que la hacen más apetecible.
Su cuerpo
es el fuego silencioso que no cesa.

 

I

 

Es bueno cargar siempre consigo
una lámpara porque es como vivir
en la inocencia más pura, sonora y plena
Mas cuando se agota el aceite, la llama,
la luz que todo lo enciende,
el todo resuena más crudo.
Aparece la oscuridad, el desasosiego.
Sin la llama, sin su luz, nos descubrimos
el corazón, lo oscuro y lo inaccesible.

 

línea separadora en poemas LUIS EDUARDO AYALA

 

LUIS EDUARDO AYALA PÁEZ es un autor que reside en Zaraza (Venezuela).

Contactar con el autor:
luiseduardoayalapaez [at] gmail [dot] com

 Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M. Martínez ©

Biblioteca Mar de poesías Luis Eduardo Ayala

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