poemas por
Lourdes Verónica

 

Aguacero mío,
que no estás en el cielo sino en las aceras del corazón.

Alabado sea el desamparo de tu nombre.

Venga a mí tu reino de escalofríos clandestinos.

Hágase tu tórrida voluntad
aquí en el domingo amapola de mis labios
como en la ciudad solemne de mis huesos.

Dame la dicha atroz

de atrapar el aleteo de tus pestañas.

Perdóname esta voz de relámpago tierno

como también yo perdono
el silencio con el que me estás hablando.

No me dejes hacer mayor

sin rastrear

todo lo que tengas de extranjero,

lo visible y lo invisible;

y líbrame del mal de poseer tu ausencia

en mi celeste arteria principal.

 

Amén.

ilustración poemas Aguacero mío

 

Amueblada por hombres ausentes

 

Amueblada por hombres ausentes
y con la calavera pirata de abril
rodando por la alfombra.

Esta soledad está de luto.

Pero de lujo, también.

Recojo las esquirlas del corazón
pongo en orden las arterias
entre mis vértebras armando
su desconcierto las mariposas.

Dueles

al borde cotidiano de la cama

en el lavavajillas
recién vacío

en las cenizas de mi suegra

al quedarme quiescente

hasta volverme
vino moldavo
un poema en plena erección
una mezquita maliciosa
tambaleándose.

Pero no me rindo:
busco tu ser de terciopelo aterido.

Porque serás tú el empresario
de todas mis muertes anteriores.

Porque seré yo
el apóstol de tus pestañas.

 

ilustración poema Te crepúsculo

 

 

Te crepúsculo

 

Te cielo, te crepúsculo, te diluvio
besos
sobre tus párpados de lirio impúdico
y otros
en tu boca de tan larga espera
y unos cuantos más
en tu ombligo y su clara periferia.

Y por la mañana amaino
—amueblada de marido,
adúltera de padre—

por si esta vez me socorras
con tus convulsos sortilegios de luz,
por si tus cómplices pestañas
me rozan lo prohibido.

Te nutro ternura. Te útero huérfana
de hijos. Te amparo
entre mis senos de hibisco.

Te amamanto. Te mato
en el fuego amante de miradas.

Te domicilio
en este abrazo quebrado. Te trópico
instalándome en selvas y ciclones. Te archipiélago.

Aunque no te llamo
mi piel anocheciendo.
Aunque no me respondes
entendido en incendios.

Y entonces te busco bárbaro
para desterrarte la tarde y el alma todas.

Y me desnudo
para vestirte de escalofríos.

 

Me pasa que me pasasilustración poema Me pasa que me pasas

 

Me pasa que me pasas:

Con la noche más adulta imposible
sobre lo cisne de tus hombros

con el silencio gutural latiendo
aquí en la pulpa misma del celo.

Volviendo las sábanas
rojas oscuras casi sangre.

Y después una va al trabajo
como habitada por una maravilla.

Estás nomás. Eso
es capaz de resolverme las soledades.

Me aconteces aún más
cuando estás ausente,
y es así cómo se borran los caminos,
y el rencor se mete en los besos,
y de esta obscenidad de lluvia bebo
el tibio semen.

No dejes nunca de sucederme
con una osadía de suicidas.

Subo los peldaños de locura
hasta el diluvio prometido de tus ojos.

Lo saben estos ojos
con su desolado ápice de alegría.

Sabe Troya que arde,
las amas de casa saben,
chupando el hastío.

Los iconos. Asomadas al martirio
de madrugada, las putas saben.

Los adúlteros de labios.

Sabe el trueno recorriéndome:

cuánto quiero

que me quieras.

Quiéreme, por favor.

 

ilustración poema Lourdes VerónicaMe suicido

 

Me suicido en tus ojeras
de crepúsculo prohibido.

Sin la marea de tus manos
zozobro.

Te amo (o algo así)
porque me vuelves habitada por el hambre.

Te odio entero:
hoy me entierras el alma
en ascuas vivas.

Déjame sola hasta que triunfe
sobre el mediodía de mi vientre
la desolada madurez.

Ven cuanto antes
a mancharte de cerezas el ombligo
y todo lo que más.

Se busca un hebreo errante
para errar juntos por los recodos
más adultos del placer.

A cambio se ofrecen ratos
de estupefacta resurrección.

En diciembre,
me eriza los pezones
el afán de asombrarte
la comisura de los labios.

Dicen hay guerra fuera
y yo, llamando socorro
entre las llamas de tu nombre.

¿A quién confesarle ahora
que no merezco tu ausencia
y es palpable
el agravio del viento que nos separa?

Encuéntrame. Soy
lo mismo que el océano
lleno de pequeñas noches.

 

 

línea poemas Lourdes Verónica


Lourdes Verónica
. Traductora y profesora nacida en Moscú, actualmente reside en Roma. Tiene publicados algunos poemas, en inglés, en las revistas literarias In My Bed Magazine, Lavender Review y en Silver Birch Press I Am Waiting Poetry Series. Su poema Sorry fue nominado para el premio «2015 Pushcart Prize».
📩 Contactar con la autora: lourdes.veronica.poesias [at] gmail {dot} com

 

📸 Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M Martínez ©

 

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