Alzo los ojos

Edgar E. Ramírez

Amo lo tenaz que aún
sobrevive en mis ojos.
Pablo Neruda

Alzo los ojos, futura habitación de nerviosos gusanos,
más allá de los vientos terrestres,
saturados de plegarias de profetas de la muerte y la guerra;
alzo los ojos, más allá de la lluvia,
a cántaros, de zinc y de cristal sus tintineos,
pálida sangre sobre los tejados;
más allá de la ausencia y mis brazos desiertos,
saco la lengua y alcanzo entrepiernas astrales y ojivas celestes
hasta lamer el vacío intenso y fértil.

En la ciudad, ningún rosal florece:
ejército de pasos y paraguas,
timbres de teléfonos lejanos,
mudos reflejos de televisores y neones nocturnos,
furtiva e inútil solidaridad de relojes veloces,
desamor de quienes dormían en mi sueño y soñaron mi almohada.

Para ese dolor, no bastan los fuertes licores de las islas
ni los mágicos frutos del shamán,
para ese dolor, que no es dolor, no bastan esos cuerpos,
que no se repetirán con la mañana próxima;
no el débil brazo del amigo más fiel,
frágil y vano como el día más cercano ahora extinto,
para ese dolor, no, no bastan,
ni el preñado vacío ni el loto esplendoroso.

Entonces, bajo los ojos por la arena y la espuma y el musgo
y el beso, que rodó por el suelo y el polvo,
y dejo a los vientos jugar con mi pelo,
donde quiera ir la libertad arrojando mi suerte.









Tiene su magia


Tiene su magia,

viajar por debajo del río Hudson

donde posó sus ojos Walt Whitman.

Las luces a través de mí,

las luces del subway a través de todo,

las luces del túnel subterráneo a velocidades inasibles,

a través de mis ideas y de todo el vagón de gente.


Tiene su magia,

envidio la belleza de Nueva York,

los grafitis son como los corazones en el bosque de los amantes,

y los parques el recreo multiracial.


Tiene su magia,

aunque Nueva York sea de días,

por ejemplo: Hoy el sol

entre ese aspecto de día gris y lloviznado,

(la primavera escondida con sus senos ardientes,

queriendo explotar,

en este trece de marzo)

y, ayer, aquella luna

que me encontré en la calle.


Aunque a veces me asusto, —rus in urbe—

con esta aparición de gente interesante

y un edificio en forma de búho.

Tiene su magia.

                     Tiene su magia,

atravesar esta ciudad por sus entrañas,

subir hacia sus calles,

parques,

                          plazas,

donde una colorida colmena palpita

                                               y es.


_________________
EDGAR E. RAMÍREZ (1954 - Puerto Rico) fue editor de las revistas universitarias de poesía, Lagarto Verde y Detrás De La Pared, en las décadas de 1970 y '80. Su poesía aparece en las antologías Pulso De Poesía (1981-1990) y en El Límite Volcado, antología de la generación de los ochenta de Puerto Rico. Sus poemarios Máquina Emotiva y La Tentación De La Palabra, están recopilados bajo el título El Veneno.
Colabora en diversas revistas digitales y foros literarios.
sin @ para evitar el spam taorojo (at) yahoo (dot) com

ILUSTRACIÓN POEMAS: Fotografías por Pedro M. Martínez ©


Monográfico publicado en Revista Almiar con motivo de su 5.º aniversario (2006)

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