Neuman planta su mundo en un tapete verde
por Alejandro Tobar
Andrés Neuman (1977) ya con veintidós años escribió una novela espléndida cargada de miradas renovadoras y que en base a dos máximas, la basura y los puzzles, despliega con maestría la interesante historia del personaje protagonista: Demetrio Rota. Pero no es este ámbito, el de la novela, el que aquí, ahora, atañe. Neuman, hispanoargentino, es un poeta. Y esto es una suerte para lectores de poesía en español.
El jugador de billar, publicada hace unos años en la editorial valenciana Pre-textos, es un libro conformado por un único poema, un poema fragmentario eso sí, pero no un poemario. En el rectángulo verde de una mesa de pool (así lo menta el autor) dispone pocas pero firmes fichas. Los ritmos varían a medida que se suceden las letras —¿como en un tango, tal vez?—; el tapete, la bola, la lanza (también así lo menta el autor) tejen posturas, formas, situaciones, poses, como si fueran tres elementos de un calidoscopio, porque El jugador de billar es un conglomerado de imágenes sucesivas siempre sobre el mismo fondo verde. Por momentos el lector tendrá la sensación de encontrarse en medio de una procesión silenciosa alumbrada por una bombilla de luz tenue, amarilla, y en ocasiones se encontrará en el borde, en el abismo, en la encrucijada, una encrucijada que presumiblemente liderará el azar.
Términos como ciego, dormido, borroso, roce tienen su contrapunto en otros como antorcha, carne viva, chispas hostiles o apuntar. Este libro es un compendio, una balanza suave, un transcurso vital que se refleja en el tapete acuoso de una mesa de billar. Ésta al menos es la huella que a uno le ha dejado.
Es indiferente que el lector esté o no familiarizado
con este mundillo de bolas negras, cigarrillos, palos largos y soledad. La
mirada del escritor es comprensible y transferible a distintas ópticas, es
por ello que este libro del prolífico Neuman es muy recomendable.
De
El jugador de billar
Andrés Neuman
IX
Ruedan las cifras como peces
de marfil que buscasen
su orden en el musgo vuelto escarcha.
Ruedan las cifras lentas, rápidas.
Las ves superponerse.
No entiendes ya tu empeño por guiarlas.
Cuando la bola negra golpea en la amarilla,
te hiela el pensamiento
un ruido a cubilete
derramado.
⭐ ⭐
👉🏻 Otros artículos de esta serie: Conociendo a Novoneyra: Un poeta lluvioso | Retrato del artista adolescente, Joyce | Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes | Vanguardia desde Córdoba: Pablo García Casado | Arturo Corcuera y el diluvio de animales | Poeta-pintor e e cummings | Sánchez Espeso, dibujante de Nueva York | Niall Binns: poeta de sensaciones
Ilustración:
EVD-billar-279, By User:Evdcoldeportes [CC-BY-SA-2.5-co
(http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5/co/deed.en)], via Wikimedia Commons.
▫ Artículo publicado en Revista Almiar (2006). Reeditado por PmmC en septiembre de 2019.