Un infiltrado en San Sebastián
por
Guillermo Ortiz López
Que se
mueran los
feos
No se fíen de los críticos. Son gente extraña que
pasa demasiado tiempo a oscuras. Gente que puede ver cuatro, cinco películas al
día y además pretender analizarlas todas concienzudamente. Gente que pasa del
peloteo más indisimulado al abucheo sin sentido ninguno, en demasiadas ocasiones
por motivos puramente personales.
Lo comentaba Jaume Figueras, el mítico periodista
de TV3 y colaborador de Canal Plus en aquellos tiempos de «Magacine» en la
presentación del libro La vuelta al mundo en 20 festivales, de Nuria
Vidal: «En todos los festivales se crean clanes, círculos cerrados, filias y
fobias partidistas…». En este también, desde luego y el
crítico - escritor - periodista de Almiar en ocasiones se queda perplejo y muy
preocupado.
Perplejo porque no entiende algunas reacciones.
Preocupado porque puede ser que, simplemente, él no sepa nada de cine. Es muy
posible. Si no sabe nada de cine, por lo menos sabe de películas, piensa para
animarse mientras La Concha está completamente desierta, cae la madrugada, el
huracán Gordon (o lo que quede) amenaza con llegar y en el parque que queda
junto al ayuntamiento y por donde pasan las bicis durante todo el día, una chica
se columpia con un gorro de lana.
El crítico pasa por delante y la mira. Ella sonríe
pero no deja de balancearse. Él sonríe también. Son las doce y decide que
necesita una copa, por aquello de la perplejidad y la preocupación y los
problemas que acarrea ir contracorriente. No se atreve a decirle a la chica que
vaya con él.
¿Cuál es uno de los mejores momentos de una
película? Cuando uno sale del cine. Cuando comenta con los amigos, cuando se
comparten entusiasmos y decepciones. San Sebastián es un Festival que se presta
mucho a ello, por eso es un Festival tan rematadamente hermoso. Sin embargo,
llega el pase de prensa de El bosque de las sombras, primera película de
Koldo Serra y lo único que se oyen son silbidos y a uno le cuesta entenderlo.
La película de Koldo, protagonizada por un
apasionado Gary Oldman, perdido junto a unos amigos ingleses en un bosque del
País Vasco, entre la lluvia, el barro y una amenaza indeterminada, puede que no
sea una obra maestra, pero, desde luego, es una película muy digna, en la media
de lo que está siendo un Zinemaldia superior en calidad a otros años. Por
eso, uno no se explica que la prensa abuchee, como si se tratara de un complejo
o un miedo ante el joven que llega. La película irá a Sundance, o eso le ha
anunciado la distribuidora, me comenta en la fiesta posterior al estreno.
Bien, que se mueran los feos.
Decepciona Sorín, apasiona Goldthwait
Se silba El bosque de las sombras pero se
aplaude Children of men, una película futucatastrofista con tres grandes
actores —Michael Caine, Clive Owen y Julianne Moore— y un guión insoportable,
inestable, aburrido, con todas las tramas cogidas por los pelos. Se aplaude
también El camino de San Diego, la tercera película de Carlos Sorín —Historias
Mínimas; Bombón, el perro— que no hace sino abundar para bien y para
mal en lo ya mostrado anteriormente.
Por supuesto que el cine de Sorín es entrañable
pero no por eso deja de ser redundante.
De las películas de Sección Oficial, el crítico
destaca dos. Justo las dos que van las últimas en los rankings de
clasificación que hacen sus amigos y sus colegas de Sala de Prensa: Mon fils
à moi, tenso y cruel retrato del maltrato físico y psicológico de una
madre sobreprotectora —excelente Nathalie Baye— a su hijo ante la pasividad del
resto de la familia, y The tiger´s tail, una película irlandesa que
reflexiona sobre la identidad manteniendo la tensión. ¿Basta con cambiarte la
vida con otro para ser ese otro o, en el fondo, todo lo que te pasa, te pasa
precisamente por ser «tú»?
En general, la Sección Oficial está presentando
películas arriesgadas y variadas. Se agradece. Entusiasmó Sleeping dogs lie,
una buena película basada en la felación de una adolescente a un perro.
Entretenida, pero en ocasiones tan ridícula y absurda como su punto de partida.
También gustó Forever, un documental sobre el cementerio parisino de Père-Lachaise,
un análisis de las tumbas, los enterrados y los visitantes. Grandes autores y
pequeños compañeros de vida. Ni una pega que ponerle. Ahora bien, un documental
sobre tumbas «es» un documental sobre tumbas: que nadie espere saltar de
la silla.
La represión argentina desde su mirada más
valiente
Zabaltegi, como
cada año, mantiene su prestigio. De entre lo visto, se puede destacar Crónica
de una fuga, sensacional relato de una casa de secuestro y tortura durante
la dictadura de la Junta Militar argentina. Sensacional por lo que tiene de
distante, por lo que tiene de evitar el maniqueísmo, por lo que tiene, a su vez,
de cruel: podría ser cualquiera. Hasta ahora, se había hecho hincapié en las
torturas sufridas por los opositores al régimen, esta película nos muestra el
verdadero horror de todo totalitarismo: que cualquiera, sea quien sea, puede ser
considerado en un momento enemigo del régimen. Que el Gran Hermano nunca se
equivoca.
Crónica de una fuga
no anda con tibiezas a la hora de retratar a los verdugos, pero se atreve a
denunciar algo más: las delaciones. No las delaciones forzadas, agónicas, sin
más sentido que el de dejar de sufrir, sino las políticas. Delatar a alguien, a
sabiendas de su inocencia, para que los compañeros de grupo tengan tiempo para
huir. Colocar, ellos también, al individuo como un mero pelele en manos del
interés común, revolucionario o antirevolucionario.
Polémico, sin duda.
Y, aunque a los críticos no hay que hacerles mucho caso, insisto, y a este tampoco, que se entusiasma con detalles tan nimios como chicas balanceándose en columpios en plena madrugada y se pregunta si no formará eso —la chica, el columpio, la bruma, la ciudad…— parte de otra película más, no dejen de admirar si es posible los ciclos de Barbet Schroeder y Ernst Lubitsch. En concreto, el retrato que el primero hace del dictador ugandés Idi Amin Dadá debería formar parte del aprendizaje de todo aspirante a documentalista.
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GUILLERMO ORTIZ LÓPEZ
es
el
coordinador de la sección de cine
de Almiar. (Página web:
www.guilleortiz.com/)
🎥 Crónicas publicadas sobre el Festival: Festival de cine de San Sebastián 2006: Unas explicaciones necesarias ▫ Que se mueran los feos ▫ De David Hasselhoff a Oliver Stone pasando por Matt Dillon ▫ La aritmética puede con Delirious aunque encumbra a Di Cillo
- PÁGINA OFICIAL DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN (2007): www.sansebastianfestival.com/ 2006/es/portada.htm
💬 Artículo publicado en Revista Almiar, n.º 29, agosto-septiembre de 2006. Página reeditada en mayo de 2019.