La vergüenza

Discutimos. Yo tenía más conocimientos del tema tratado que él, por lo que decidí avergonzarle. Él me dijo que no era necesario que lo avergonzase de esa forma ante todos. Yo me avergoncé de mí mismo por haber sentido dicha necesidad.


El filántropo

Vi a un presunto ladrón escapar velozmente por una bocacalle. Dos minutos después un tosco policía que igualmente corría se paró junto a mí, me preguntó por él y yo le respondí señalándole otra. Es cierto que mi máxima es decir la verdad, mas igualmente es cierto que otras veces me impongo aquélla que me obliga a ayudar al más débil. En fin, que aquél cayó torpemente en la trampa y me sentí feliz, caminé satisfecho e hice que este mundo, al menos un instante, fuese un poco más justo. Al volver una esquina un simple «¡Muchas gracias!» me arrojó de esa nube. Aquellas dos palabras las dijo el policía, que conducía preso al pobre delincuente: por desgracia la calle que yo le señalé era, en aquel momento, por la que transitaba aquel desprevenido.


El onírico oráculo

Todas las noches iba, ya dormido, a consultar sus cuitas al afamado oráculo de Delfos. Hallaba soluciones a todos sus dilemas y no necesitaba decidir qué camino tomar a lo largo del sueño. Pero, una vez despierto, la Pitia se esfumaba y se quedaba a solas, cara a cara enfrentado con esa bella dama que llaman libertad, que a lo más que llegaba es a mostrarle un seno, pero que no indicaba el camino seguro por el que transitar irresponsablemente.


La mayor pérdida

Como aún era joven y, en consecuencia, no le atormentaba el menudo saber que es la edad que uno tiene, sufría algunos lapsus acerca de la suya, pero no de importancia. ¿Tenía veintinueve o treinta años? ¿Tenía treinta y tres o treinta y cuatro? Pronto solucionaba tal dilema restando el año de su nacimiento al año en el que entonces se encontraba. Pero un día olvidó la fecha de su hermoso advenimiento y ya no se dignó a preocuparse por el fugaz presente. Poco después oyó que lo llamaban por un extraño nombre que no reconocía. Respondió con recelo en aquella ocasión pues, pese a que sabía que el citado no lo identificaba, no lograba encontrar en su memoria el que consideraba verdadero. Optó por ignorar toda llamada y, puestos a ignorar, no respondió ni su correspondencia. Y en soledad vivió el resto de sus días, ya que sus conocidos, resentidos, ya no le dirigían la palabra y él, que todo olvidaba, se olvidó del lenguaje.


Sísifo liberado

Al poco de iniciada la edad que todo el mundo denomina Moderna, los dioses del Olimpo decidieron, por unanimidad, liberar al constante y celebrado Sísifo de su ardua misión, pues semejante esfuerzo, dadas las circunstancias, no tenía sentido por sí mismo ni tampoco, obviamente, generaba ni un ápice de lo que ahora llamamos, muy acertadamente, «plusvalía».

 

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Antonio Redondo Andújar. Nacido en Almonacid de la Sierra (Zaragoza), en 1966. Reside en Barcelona. Es licenciado en Filosofía. Ha sido incluido en varias antologías, participado en libros colectivos y ha publicado, asimismo, numerosos poemas y cuentos en diferentes revistas digitales e impresas.

Obras publicadas:

POESÍA:
- Fantasmagorías entre poemas de amor que no deben ser cantados (Premio Isabel de Portugal de poesía 1990). Institución Fernando el Católico. Zaragoza. 1991
- Memoria de la soledad arrebatada. Puente de la Aurora. Málaga. 1997
- Fragmentos de una oda. P.O.E.M.A.S. Valladolid. 1998; El fantasma de la glorieta. (Edición digital). 2002
- Canción del peregrino. (En el libro Poemas 1999). Ayuntamiento de Zaragoza. 1999
- Telegramas. (En el libro Poemas 2000). Ayuntamiento de Zaragoza. 2000
- Fábulas humanas. Manuscritos.com. (Edición digital). 2001
- Fragmentos de invierno. Cuadernos del mar de Alborán. Málaga. 2002
- Once poemas. El fantasma de la glorieta. (Edición digital). 2002
- Residuo despiadado. Portal de poesía. (Edición digital). 2002
- Estampas infantiles. El viejo faro. (Edición digital). 2002
- El poema posible. Tinta china. (Edición digital). 2002
- Catorce sonetos. EOM. (Edición digital). 2003
- Un cántico profano. El fantasma de la glorieta. (Edición digital). 2003
- Orfeo desterrado. Islas del recuerdo. Málaga. 2003
- Alegorías. Tinta china. (Edición digital). Sevilla. 2003
- Los últimos despojos. EOM. (Edición digital). 2003


NARRATIVA:
- Tríptico doloroso y otros relatos. (Mención al Premio Isabel de Portugal de Narrativa 1992). IFC. Zaragoza. 1993
- Nicodemo -tragedia-. Las palabras del pararrayos. Barcelona. 1996; Manuscritos.com. (Edición digital). 2001
- Sin historia. Vinalia bolsillo. León. 1999
Paráfrasis de La idea —una lectura de Frans Masereel—. (Separata de su revista). Iralka. Irún. 1999

TEATRO:
- Drama sin nombre. Revista literaria Baquiana. Miami. (Edición digital 2002; edición impresa en octubre 2003).

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Hiperbreves publicados en Revista Almiar (2003). Estos hiperbreves fueron publicados originalmente en una página compuesta por ocho y unidas mediante un script que no es reconocido por los navegadores actuales. La reedición de esta web se realizó en noviembre de 2020.
🖼 Ilustraciones: (inicio) Pantalla de la presentación original. (En el texto) Imágenes publicadas en Internet, autores desconocidos.

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