Introducción:
Hace años cayó en mis manos un papelillo que circulaba entre los estudiantes de la Universidad, dicho papelillo contenía tres columnas de palabras, que, convenientemente mezcladas, servían para elaborar un discurso absurdo, carente de sentido a pesar de su aparente coherencia. Así se conseguían expresiones del orden de: «La actual superestructura geopolítica y megaestratégica nos induce a evaluar la coyuntura dominante» y se podía continuar construyendo e hilando frases de ésta índole durante un buen rato, sin decir absolutamente nada. Nunca supe quien había sido el autor o autora de semejante diarrea mental, pero siempre pensé que se podía aplicar a muchos temas y podía tener múltiples variantes. Hoy me siento la campeona del desbarre y aporto mi granito, sin pretensiones de originalidad, y sí con pretensiones de reírnos un poquito de nosotros mismos, que con tanta trascendencia no sé dónde vamos a ir a parar.
Por
eso, por puritito ataque de intrascendencia, lanzo estas lecciones de poética
clásica para principiantes:
El primer instrumento del que tenemos que disponer es el
GENERADOR INSTANTÁNEO DE POEMAS MAGISTRALES
cielo azul nacer serenidad-serenamente crepúsculo bello adornar desmayo-desmayadamente sol límpido morir placidez-placidamente luna poético acariciar armonía-armoniosamente mar blanco abrasar melancolía-melancólicamente estrella hermoso lamentar nostalgia-nostálgicamente azar claro languidecer languidez-lánguidamente rosa lívido estremecer estremecido-estremecidamente flor malhadado pesar doliente-dolientemente poesía divino ruborizarse eterno-eternamente arpa ideal llorar énfasis-enfáticamente música efímero encender ardoroso-ardorosamente amor distante dolor heroico destino arrebol (ado) llama rubor hado
Se trata de poner todas éstas palabras en una coctelera y agitar bien, con unas gotitas de artículos, preposiciones, conjunciones y pronombres sabiamente intercalados. Las combinaciones posibles pueden ser múltiples y sustanciosas.
Ejemplo
práctico:
El
cielo azul se adorna desmayadamente
con
bellas rosas lánguidas nostálgicas,
acariciando
el arpa con poética melancolía
la
lívida estrella serenamente se estremece...
otro:
Abrasándose
en la llama del amor,
la
música llora en el plácido crepúsculo
adornando
calladamente el divino dolor,
armónico,
melancólico, distante, efímero…
Reglas básicas para la construcción del poema:
Regla número 1.- Si no se entiende nada, mejor, a todos les parecerá superinteresante.
Regla número 2.- Las terminaciones en «mente» son muchísimo más agradecidas, aunque no conviene abusar.
Regla número 3.- Por su sonoridad, las palabras esdrújulas aportan valores añadidos al conjunto.
Regla número 4.- Si se abusa de los gerundios, excelente. No me recordéis la historia de Don Ramón (del Valle Inclán, claro) que, cuando necesitaba una transfusión urgente tras un accidente, gritó al ver al poetastro (famoso en la época, hoy olvidado) que ofreció su sangre para salvarle «¡no, por Dios, él no, que me va a pegar los gerundios!».
Regla numero 5.- La alusión a nuestro tiempo está terminantemente prohibida. No se os vaya a ocurrir utilizar palabras que se salgan de los mas estrictos cánones poéticos, ni se os pase por la imaginación utilizar palabras como «lavavajillas» o «frigorífico», por muy sonoras que os parezcan.
Regla número 6.- Está terminantemente prohibido investigar nuevos conceptos, términos o estructuras poéticas.
Nota adicional:
Por supuesto, una de las ventajas de éste generador es la posibilidad de agarrar el diccionario y ampliar el vocabulario, incluso existe la posibilidad de añadir una columna de latinajos, con lo que podremos dar un toque aún más cultista a nuestras composiciones poéticas. Seguro que damos el pego y hasta puede que nos den un premio, es imprescindible un mínimo de sentido del ritmo para manejar la coctelera de palabras, ya sabéis: «agitado, no batido».
Posibilidad de Subgéneros:
Existe
la posibilidad de creación de subgéneros, para lo cual habría que añadir
algunas palabras en las diferentes columnas. Tendríamos entre otras
posibilidades, el subgénero místico-religioso, el subgénero bucólico-pastoril
y (éste último de gran interés) el subgénero mitológico-epopéyico,
para el cual hay que crear una nueva columna con abundancia de nombres de
personajes extraídos de libros de mitología, óperas… hay que tener buen
cuidado de que sean reconocibles, con el fin de que el lector se sienta culto,
ya que si quieres tener éxito el peloteo al lector es fundamental, sin embargo,
la falta de conexión entre los personajes utilizados en el poema carece de
importancia, la Regla número 7, imprescindible para éste subgénero,
trata del uso, e incluso el abuso, de exclamaciones y expresiones cómo ¡Oh!
¡Ah!, hay que poner énfasis, mucho énfasis. Dicho esto,
para no extenderme demasiado y como somero aperitivo de lo que puede ser tamaño
derroche de poesía os dejo ésta perla:
¡Ah,
hermoso Aquiles, heroico lamento que estremece al Olimpo!
la bella Diana languidece, ¡Oh, azar malhadado!, llorándote doliente.
Hay que reconocer que éste ha quedado algo peor, lógicamente hay que hacer algunos ajustes en el GENERADOR dependiendo del tema a tratar, espero vuestras sugerencias y que con el uso y la práctica lo vayamos afinando.
Página de la
autora:
http://es.geocities.com/carmenlumiere
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IMAGEN:
William-Adolphe Bouguereau - The Birth of Venus (1879),
William-Adolphe Bouguereau [Public domain], via Wikimedia Commons
ⓘ Relato publicado en Revista Almiar (2002). Página web reeditada en febrero de 2021. La imagen de portada sustituye a una película «flash» (.swf).