La circunferencia gira,
siempre mirando esa ventana está la niña.
Su pelo es negro, su letra horrible,
Nadie intenta conocerla, ella ríe.
Vio al niño del viento azul sólo un momento.
La circunferencia brilla.
Nunca el dolor asombra su vida,
El espejo hipnotiza verdades.
El cuerpo flaco sensualizó sus no límites.
El espejo sí sabe los caminos...
La circunferencia estalla.
Ya es hora de mirarla.
El tiempo pasa rápido en nosotros
En ella.
Sin la verdad
no hay libertad
A Zelmar y todas las injusticias
Los dos caballos blancos salvajes galopan sin rumbo,
cerca explotan las olas tan verdes,
una mujer ni siquiera para a observarlos.
El río no es agua, es sangre.
Bajo del muro aún nacen las piedras
y los cadáveres preguntan:
¿No somos importantes?
¿Merecemos este olvido?
¿No valemos justicia?
Síntomas ardientes
a Baudelaire
Síntomas ardientes de repulsiones
vivas.
El rey está muerto, huye de su mente
su fe en la rutina.
Mártires palabras mártir ascendente.
Reí mirando aquellas formaciones de campos sin vida.
¿Y la pasión ardiente, y el triste suicida?
Sólo veo la ruta de viaje a la amnesia,
Al fin de los días,
Principios de soles encandilan mis viajes,
principios de campos,
y rió... y mas rió... y mi mente se vuela.
Camino en los pasos del ángel testigo,
escuchen el ruido, lo siento, no.
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ALFREDO VAEZA es un autor de Uruguay.
Es característico en los poema aquí reproducidos el empleo peculiar
de un estilo paratáctico para desarrollar sus poemas en sucesiones
de imágenes visionarias.
http://WWW.VAEZAARTE.COM
Contacto con el autor: antesydespues[at]hotmail.com
Ilustración poemas:
Henrique Matos 2007 Abismo 02
by Henrique Matos - Own work -
Corujeira - Espaço de Arte - Art Gallery. Licensed under CC BY-SA
3.0 via Wikimedia Commons.